viernes, 30 de mayo de 2008

Significante Nº 93

Me enamoré al verlo comprar tantos preservativos en la farmacia donde trabajo.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Quién hace la confesión: una chica o un chico que le tema al SIDA?

Anónimo dijo...

un vegete pide un condón en la farmacia y el empleado le pregunta si lo quiere liso, arrugado, ... y él le pregunta: ¿no tienes metálicos? jeje

Anónimo dijo...

Una mujer muy fea pide en la farmacia un preservativo y el empleado le dice: "Cuidado que tiene vencimiento en el 2015".

jajaja

Anónimo dijo...

En una orgía un grupo de guarros comparten una jeringa y otro les dice: "No le temen al SIDA" y uno le responde: "Ya nos pusimos condón". jojojo

Anónimo dijo...

Con mi señora compramos de a 12 por vez: Uno para enero, otro para febrero,... jajaja

Anónimo dijo...

¡Cuánto desearía estar con un hombre insaciable! Prefiero ceder aún cuando no tengo ganas y no como ahora que él no se interesa en lo más mínimo por algo que no sea su empresa y la contabilidad y todas esas frivolidades.

Anónimo dijo...

Estoy harta de los preservativos. Ese segundo que se pierde en ponérselo me modifica toda, me pone de mal humor y después ya no es lo mismo. Estoy tentada a volverve 100% irresponsable y que paso lo que el demonio prefiera.

Anónimo dijo...

A mi no me enamoraría nada porque los que usan tantos preservativos me parece que son tipos que no se quieren involucrar, no quieren tener sexo en carne viva como me gusta a mí.

Anónimo dijo...

Yo me enamoré de un tio porque conduce su moto como un suicida y no usa casco. Me gustaría que si algún día tuviera la suerte de que lleguemos a hacernos el amor, sea coherente y tampoco use condón.

Anónimo dijo...

Quien me conoce nunca podría imaginar cuál es la fantasía con la que llego al orgasmo casi inmediatamente que la pienso: Un chico va a la farmacia y compra varios preservativos, luego se junta con varios, y vuelve a una casa ruinosa donde yo estoy atada a una cama con olor a humedad y empiezan a penetrarme todos, en silencio, con brutalidad. Ya me estoy calentando.

Anónimo dijo...

Al leer este post fui al bolsillo del pantalón para ver si todavía tengo ahí uno que me regalaron en una fiesta. Hace tanto que no le veo la cara a dios...