Tengo una genética complicada: mi abuelo fue obispo y a mi padre lo expulsaron de la cárcel por mala conducta.
13 comentarios:
Anónimo
dijo...
Yo también tengo el mismo pedigree pero sólo en estado latente. En realidad, tanto mi familia materna como la paterna, vienen logrando disimular sus éscaras morales con bastante éxito.
¿Lo expulsaron de la cárcel siendo presidiario o funcionario?
Este era el tipo de preguntas que hacía Rogelio Roldán (Alberto Olmedo - No toca botón - 1987) cuando su despótico patrón le contaba un chiste alemán, premiado en algún concurso desconocido.
Para mí los mejores curas son los pícaros porque los otros son pura teoría. En mi pueblo hay rumores pero no confirmaciones, pero lo que veo es que los rumores molestan a las viejas y atraen a los jóvenes a la religión.
Escuchame pibe, por casualidad fuiste concebido en una visita conyugal, durante alguna violación en estado de enajenación farmacológica? ¿Tu mami consintió en que tu papi la penetrara? ¿Fuiste un embarazo deseado en toda su extensión o varias veces estuvieron a punto de abortarte?
No es que me interese particularmente, pero pregunto de puro curioso que soy no más.
En estos tres blogs se viven haciendo ataques a los prejuicios, a las creencias, a los sobreentendidos y me parece que la genética, igual que la etimología que se trata en otro blog de estos, son creencias creibles. Cuando a uno le vienen diciendo desde que era chico "de tal palo, tal astilla" o "hijo de tigre, bicho overo", cuando comienza a pensar por sí mismo (ja-ja, qué cómico me parece esto), le hablan de la genética y pone las manos en el fuego jurando por su veracidad.
En el velatorio de mi madre me enteré que ella había estado teniendo unas aventurillas amorosas con un sacerdote. Las que lo comentaban no sabían que yo era su hijo pero la noticia me resultó muy molesta. Lo habría sido más si yo fuera católico. Pero, ahí estaba la pobre pecadora.
Ta claro, son todos de una misma familia: abuelo, padre e hijo. Toda fruta podrida. Ahora que se puede comprobar con la genética se escapan sólo cuando los expulsan.
El nieto del obispo: acá se están entendiendo mal las cosas, a mi padre lo expulsaron de la cárcel porque le llevó sopa caliente a un recluso que estaba castigado; en cuanto a mi abuelo, él concibió a mi padre cuando aún no había abrazado su verdadera vocación, fue cuando abrazó a Verónika.
El nieto del obispo sigue preocupado por sus orígenes ya que acaba de ser padre. A pesar de que el médico lo ha tranquilizado mostrándole los resultados de numerosos estudios, él sigue investigando. Y ahí es donde se equivoca. Vio que a veces no conviene revolver demasiado la olla. Investigó tanto que llegó a la firme conclusión de haber sido adoptado.
El nieto del obispo sigue preocupado por sus orígenes ya que acaba de ser padre. A pesar de que el médico lo ha tranquilizado mostrándole los resultados de numerosos estudios, él sigue investigando. Y ahí es donde se equivoca. Vio que a veces no conviene revolver demasiado la olla. Investigó tanto que llegó a la firme conclusión de haber sido adoptado.
Es así como dice Lucas. Cuando el nieto del obispo se enteró que era adoptado fue a pedirle cuentas a su padre adoptivo, pero fue difícil ubicarlo porque estaba recién fugado de la cárcel. Recurrió entonces a su madre adoptiva (que para peor siempre había sido un desastre y muy poco creíble) y ella le escribió en un papelucho medio mojado en caña el nombre de su madre biológica. Allá partió el nieto del obispo al cíber para buscar a su verdadera madre. Aún sigue buscando, porque como se sabe, en nuestro país hay muchos Fernández.
13 comentarios:
Yo también tengo el mismo pedigree pero sólo en estado latente. En realidad, tanto mi familia materna como la paterna, vienen logrando disimular sus éscaras morales con bastante éxito.
¿Lo expulsaron de la cárcel siendo presidiario o funcionario?
Este era el tipo de preguntas que hacía Rogelio Roldán (Alberto Olmedo - No toca botón - 1987) cuando su despótico patrón le contaba un chiste alemán, premiado en algún concurso desconocido.
Para mí los mejores curas son los pícaros porque los otros son pura teoría. En mi pueblo hay rumores pero no confirmaciones, pero lo que veo es que los rumores molestan a las viejas y atraen a los jóvenes a la religión.
Escuchame pibe, por casualidad fuiste concebido en una visita conyugal, durante alguna violación en estado de enajenación farmacológica? ¿Tu mami consintió en que tu papi la penetrara? ¿Fuiste un embarazo deseado en toda su extensión o varias veces estuvieron a punto de abortarte?
No es que me interese particularmente, pero pregunto de puro curioso que soy no más.
En estos tres blogs se viven haciendo ataques a los prejuicios, a las creencias, a los sobreentendidos y me parece que la genética, igual que la etimología que se trata en otro blog de estos, son creencias creibles. Cuando a uno le vienen diciendo desde que era chico "de tal palo, tal astilla" o "hijo de tigre, bicho overo", cuando comienza a pensar por sí mismo (ja-ja, qué cómico me parece esto), le hablan de la genética y pone las manos en el fuego jurando por su veracidad.
En el velatorio de mi madre me enteré que ella había estado teniendo unas aventurillas amorosas con un sacerdote. Las que lo comentaban no sabían que yo era su hijo pero la noticia me resultó muy molesta. Lo habría sido más si yo fuera católico. Pero, ahí estaba la pobre pecadora.
Yo necesitaría hacer otra pregunta pibe, ¿por casualidad el obispo era el padre del presidiario o son de familias diferentes?
Ta claro, son todos de una misma familia: abuelo, padre e hijo. Toda fruta podrida. Ahora que se puede comprobar con la genética se escapan sólo cuando los expulsan.
No se preocupe, padre, su genética sigue una lógica coherente y explicable.
El nieto del obispo: acá se están entendiendo mal las cosas, a mi padre lo expulsaron de la cárcel porque le llevó sopa caliente a un recluso que estaba castigado; en cuanto a mi abuelo, él concibió a mi padre cuando aún no había abrazado su verdadera vocación, fue cuando abrazó a Verónika.
El nieto del obispo sigue preocupado por sus orígenes ya que acaba de ser padre. A pesar de que el médico lo ha tranquilizado mostrándole los resultados de numerosos estudios, él sigue investigando. Y ahí es donde se equivoca. Vio que a veces no conviene revolver demasiado la olla. Investigó tanto que llegó a la firme conclusión de haber sido adoptado.
El nieto del obispo sigue preocupado por sus orígenes ya que acaba de ser padre. A pesar de que el médico lo ha tranquilizado mostrándole los resultados de numerosos estudios, él sigue investigando. Y ahí es donde se equivoca. Vio que a veces no conviene revolver demasiado la olla. Investigó tanto que llegó a la firme conclusión de haber sido adoptado.
Es así como dice Lucas. Cuando el nieto del obispo se enteró que era adoptado fue a pedirle cuentas a su padre adoptivo, pero fue difícil ubicarlo porque estaba recién fugado de la cárcel. Recurrió entonces a su madre adoptiva (que para peor siempre había sido un desastre y muy poco creíble) y ella le escribió en un papelucho medio mojado en caña el nombre de su madre biológica. Allá partió el nieto del obispo al cíber para buscar a su verdadera madre. Aún sigue buscando, porque como se sabe, en nuestro país hay muchos Fernández.
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