lunes, 21 de abril de 2008

Significante Nº 60

Se terminó casando con un cardiólogo porque siempre fue una mujer infartante.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi edificio vive una mujer infartante y que la conocí en el ascensor. Esa vez no me pareció nada pero la segunda vez me miró de una manera que me movió el piso. No sé quien es, sé que vive sola y que baja entre las 9:00 y las 9:05 de los días hábiles, vestida como para ir a trabajar. Me quedo al acecho y a esa hora postergo cualquier cosa con tal de bajar tres pisos con ella. Ese breve contacto tiene mi cabeza llena de ilusiones y algún día va a pasar algo que me anime a hablarle. Me gusta mucho sentir cómo respira y durante esos segundos igualo mi ritmo respiratorio al de ella para imaginar que estamos bien juntos.

Anónimo dijo...

Tengo 68 años y conocí una sola mujer infartante que es la que veo cuando aparecen nuevas mujeres infartantes ante mi vista. Se llama Brigitte Bardot. Si quieren saber de qué les hablo, entren en http://www.todo-sobre.com/brigitte-bardot/fotos.php y se darán cuenta por qué sigo sintiento lo que les cuento.

Anónimo dijo...

Mi padre murió bastante joven de un infarto cuando yo era todavía muy chico. Alguna cosa rara hubo porque nunca me contaron bien cómo fue, dónde fue, quién lo atendió. Con los pedazos de historia que ávidamente he retenido, parece que murió en la casa de una amante que se descubrió justamente porque con ella fue que murió.

Dicen que las afecciones cardíacas son hereditarias pero juro que yo quisiera heredar el tipo de muerte que a él le tocó: de golpe y en una situación erótica. Es el sumum. No me quiero morir pero como eso va a pasar de todos modos, no deseo llegar a ser un anciano achacoso.

Lo malo de todo esto es que según parece mi madre pasó a ser una paciente psiquiátrica crónica precisamente por este asunto.

Cada casa es un mundo.

Anónimo dijo...

Perdonemé Jacinto que ud tiene un par de años más que yo pero Brigitte Bardot era una loquita, muy linda, pero un poco atorranta. La que me parece infartante de veras era, es y seguirá siendo Sofía Loren. Maravillosa mujer que se ha convertido a un clásico dado que aún con los 74 años que cumplirá el próximo 20/09/2008 es tan hermosa e interesante como cuando tenía 20 años. Hasta más podría decirle, mientras que Brigitte Bardot es una gorda que sólo puede deducarse a la protección de animales porque estos no tienen los criterios estéticos que sostenemos los humanos.
Para confirmar mis dichos, accedan a http://www.sophialoren.com/, que aunque está en inglés, tienen una enormidad de notas gráficas que harán las delicias de todos (los que estén bien del corazón).

Anónimo dijo...

Entonces es lo que yo digo, a los cardiólogos les gusta los infartos y todo lo que esté relacionado. Claro que hasta ahora casi ningún infarto se ha curado con acupuntura, ni con homeopatía, ni con herboristería y mucho menos resando con devoción.

Bien por el cardiólogo que esa mina debe estar que parte las piedras.

De puro envidioso no más, pienso que el tipo trabaja tantas horas y ella es tan infartante, que le vive metiendo los cuernos. Dios da pan a quien no tiene dientes.

Anónimo dijo...

¿Qué les pasa que se están olvidando de Shakira? ¿Existe algún bulto que se mueva que no entre en calor cuando esta mamita se pone a bailar y mueve los senos, el culito, el estómago, las piernas como si fuera 4 mujeres diferentes?

¡¡Cómo se la está volteando el hijo de puta de Antoñito!! ¡¡Lo que debe ser echarse un polvo con esa bebita!!

Anónimo dijo...

Son muy pretenciosos todos uds. A mi me dejan una semanita con Araceli Gonzalez y no pido más nada. Solo una semanita y los dejo tranquilos. Si está lloviendo mejor. Supongo que ella podría excitarme más si el clima está tormentoso, con viento, frío, aguanieve.

Si puedo elegir, que sea la semana posterior a que se le haya ido el período menstrual. No es que sea imprescindible. Sólo si no hay problema.

Conmigo está todo bien. Soy buen pobre.

Anónimo dijo...

Infartante señor? Como no. Dejemé que le explique lo que uds no saben. La primera chica Bond fue Ursula Andress que si alguien tiene idea de lo que fue la saga de James Bond con Sean Connery seguramente la tiene que recordar en la primera en ser filmada y que se llamó 'James Bond contra el Dr.NO'. Pero claro, esto fue solo el principio, lo fantástico fue que después posó miles de veces para la revista Playboy, que fue cuando se consagró como INFARTANTE.

No tiene un sitio oficial como tienen las divas de los colegas comentaristas pero hay fotos de ella en toda la web.

Anónimo dijo...

Todos uds. miran al exterior y se olvidan de nuestras uruguayas infartantes: la chica Feyvi (no se rían, no se escribir la marca y no me acuerdo del nombre de la piba)y Claudia Fernández. Seguro que hubo y hay muchísimas más (y estamos hablando sólo de las conocidas)

Anónimo dijo...

Todos uds. miran al exterior y se olvidan de nuestras uruguayas infartantes: la chica Feyvi (no se rían, no se escribir la marca y no me acuerdo del nombre de la piba)y Claudia Fernández. Seguro que hubo y hay muchísimas más (y estamos hablando sólo de las conocidas)

Anónimo dijo...

Está lleno de mujeres infartantes anónimas. Este verano aquí en el Río de la Plata se puso de moda un corte de escote que a las adolescentes les quedaba adorable.

Anónimo dijo...

Ya que Cinthia se animó de hablar de las mujeres hermosas les voy a contar una historia. Dicen de una mujer rotundamente infartante casada con un cardiólogo. El hombre desde que decidió ser su marido supo aceptar que debería compartirla porque su mujer estaba expuesta a la tentación en forma permanente. Los hombres iban tras ella como abejas a la miel.
De edad mediana, gustaba tanto a jóvenes como veteranos, pero con los veteranos tuvo que tomar recaudos. Se le murieron tres en el acto amoroso. Como era una buena mujer ese tipo de cosas la dejaban destrozada. Una noche se animó a plantearle a su esposo algo que puede sonar poco creíble pero que es la pura verdad. Iba a encontrarse con un hombre maduro a quien quería mucho y le pidió a su esposo que la esperara afuera en el auto atento al celular y con el desfibrilador a mano. Lo difícil fue romper el fuego, pedirle tanto amor a su marido le parecía un abuso. Luego eso se convirtió en una rutina más del matrimonio. Ella misma le sugirió una idea que hacía la situación favorable para ambos. Él, hombre de mente abierta, se acogió a la propuesta de su mujer: reclinaba los asientos y volvía a sentirse un adolescente con sus amantes, mientras ella disfrutaba del sexo seguro.