En una película argentina que podría sera Un lugar en el mundo o Martin Hache, a Cecilia Roth le toca decir en una cena muy distendida que estaban teniendo en una terraza con Federico Luppi y no recuerdo quién más: "Lo importante no es robar. Lo improtante es que te descubran".
Lo que dice Omar nos pasa a casi todos pero lo que pasa es que muchos tenemos a la sociedad metida adentro entonces cuando cometemos un acto ilícito nos enteramos (es una perogrullada)pero al enterarnos se entera la sociedad que tenemos metida adentro y ahí nos viene la culpa, el arrepentimiento, el miedo y todos esos sentimientos que nos convierten en un buen vecino.
Me quedé con lo que dijo Esmeralda (que me la imagino preciosa, no sé por qué) y digo que en eso también estamos parejos porque siempre hay códigos a respetar. Cuando en la Argentimos decimos que "esto es un quilombo" estamos queriendo decir algo totalmente contrario a lo que verdaderamente ocurre en esos maravillosos antros de amor a la carta.
Esta pregunta de los jueces antes de condenar al reo, me ha parecido absolutamente al pedo, pero supongo que debe haber una cantidad de giles que digan: Si soy cumpable, cágueme que soy culpable. ¡Sólo en un tango puede haber alguien tan imbécil!
Los que no sienten culpa cuando rompen con los códigos establecidos son los que se autojustifican con una teoría que respalda sus actos. Eso es muy común, sobre todo en los pequeños crímenes de la vida cotidiana.
Los que no sienten culpa cuando rompen con los códigos establecidos son los que se autojustifican con una teoría que respalda sus actos. Eso es muy común, sobre todo en los pequeños crímenes de la vida cotidiana.
Cuando me atrapan trato de zafar y recurro a la mentira. En esos casos paso a ser inocente frente a los otros (cuando se lo tragan) pero sigo sintiéndome culpable ante mi mismo.
Para ser culpable ante la sociedad es imprescindible que te descubran, pero como los códigos sociales los llevamos dentro, nosotros nos descubrimos primero.
15 comentarios:
Este diálogo me hace pensar que en el hampa también debe existir algún tipo de control de calidad.
En una película argentina que podría sera Un lugar en el mundo o Martin Hache, a Cecilia Roth le toca decir en una cena muy distendida que estaban teniendo en una terraza con Federico Luppi y no recuerdo quién más: "Lo importante no es robar. Lo improtante es que te descubran".
Me dejó pensando.
Lo que dice Omar nos pasa a casi todos pero lo que pasa es que muchos tenemos a la sociedad metida adentro entonces cuando cometemos un acto ilícito nos enteramos (es una perogrullada)pero al enterarnos se entera la sociedad que tenemos metida adentro y ahí nos viene la culpa, el arrepentimiento, el miedo y todos esos sentimientos que nos convierten en un buen vecino.
Me quedé con lo que dijo Esmeralda (que me la imagino preciosa, no sé por qué) y digo que en eso también estamos parejos porque siempre hay códigos a respetar. Cuando en la Argentimos decimos que "esto es un quilombo" estamos queriendo decir algo totalmente contrario a lo que verdaderamente ocurre en esos maravillosos antros de amor a la carta.
Se habrá dejado agarrar a se procuró un post-grado con los docentes que están de pupilos en la facultad del crimen.
Esta pregunta de los jueces antes de condenar al reo, me ha parecido absolutamente al pedo, pero supongo que debe haber una cantidad de giles que digan: Si soy cumpable, cágueme que soy culpable. ¡Sólo en un tango puede haber alguien tan imbécil!
parece que todo vale
los que no sienten culpa son los sicópatas, la gente común siente culpa aunque no la hayan descubierto
Algunas personas no se sienten culpables hasta que los descubren, o sea, hasta que la sociedad les comunica "no nos gusta lo que hiciste"
Los que no sienten culpa cuando rompen con los códigos establecidos son los que se autojustifican con una teoría que respalda sus actos. Eso es muy común, sobre todo en los pequeños crímenes de la vida cotidiana.
Los que no sienten culpa cuando rompen con los códigos establecidos son los que se autojustifican con una teoría que respalda sus actos. Eso es muy común, sobre todo en los pequeños crímenes de la vida cotidiana.
Me dejo atrapar por los hombres atractivos, no me protego ¿debería sentirme culpable?
Cuando me atrapan trato de zafar y recurro a la mentira. En esos casos paso a ser inocente frente a los otros (cuando se lo tragan) pero sigo sintiéndome culpable ante mi mismo.
Para ser culpable ante la sociedad es imprescindible que te descubran, pero como los códigos sociales los llevamos dentro, nosotros nos descubrimos primero.
La justicia es lenta pero insegura.
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