¡No hay cosa que me ponga más rebelde que sentirme sumiso!
Entre los psicoanalistas es clásica la tendencia a caer de rodillas ante lo que dijo Freud, Lacan, Winnicott, Melanie Klein, o cualquier otro consagrado de nuestra especialidad.
A veces discutimos entre nosotros, no sobre si cierta idea es correcta o incorrecta, aplicable o inaplicable, útil o inservible, discutimos si lo pensó o no lo pensó el genio predilecto. ¿Se imaginan a los marineros del Titanic discutiendo sobre cuál habrá sido la verdadera intención del inventor del salvavidas?
Últimamente me siento un poco mejor porque comencé la relectura de todas sus obras, no ya como si fueran un libro sagrado (La Biblia, El Corán, El Talmud, El Capital), sino como un collar de palabras estimulantes e inspiradoras. Ahora consigo ideas mías, que sirven más porque vivo acá, pienso directamente en castellano, pertenezco al siglo XXI, conozco a quienes viven en mi país porque prácticamente nos criamos juntos, porque padecen y disfrutan de las mismas cosas que yo. ¡Y me da resultado! Se los recomiendo.
●●●
10 comentarios:
¡¡Buenísimo lo del Titanic!! jajaja
No es lo mismo ni tiene mucha relación, pero me molesta cuando los argumentos que se dan en el gobierno para hacer o no hacer algo es que en otros países se hace (o no se hace) cierta práctica.
Conozco dos psicólogas y un psicólogo. Son afectados, jactanciosos, se creen que saben vivir (los tres están solos y dos peleados con sus hijos; uno es alcohólico y no quiere reconocerlo). No tienen la cabeza abierta, siguen repitiendo cosas que hace años que salen publicadas en las revistas populares, usan palabras extrañas, hacen razonamientos culturosos y absurdos. ¡Son todos unos aparatos!
Por escuchar o leer a quiénes se supone dominan una disciplina, una profesión o un arte, no se es sumiso.
Cada uno es responsable de buscar su verdad y de ser y actuar como le plazca dentro del contexto social. No somos tan autosuficientes como queremos aparentar, todos estamos vinculados a todos de una u otra manera.
Creo que la única forma de crear en ciencia es apoyándose en el riquísimo bagaje anterior para luego asociar, establecer conexiones.
Incluso para provocar una ruptura epistemológica es necesario conocer lo anterior. Pero me parece que centrarse demasiado en un conjunto de ideas, teorías o autores, disminuye las posibilidades de aportar conocimiento nuevo.
Conocí una psicóloga que en la mesa de luz tenía la foto de Freud y le decía "papá Freud"
Yo caeré de rodillas frente a Melanie, pero de los otros tipos no me fío.
El problema de no saber cómo se llamaba el que pensó tal o cual cosa está en que quedás repegado con los amigos que se las dan de sabiondos.
Lo que usted plantea lo recomienda siempre un gran maestro de la psicología uruguaya, J.C. Carrasco. A los que fuimos sus alumnos eso nos quedó grabado a fuego porque inspiraba una gran convicción cuando lo decía. Además él predicó con el ejemplo.
Para no sentirme sumiso me quedo de pie y mirando de frente, por más consagrado que sea el tipo.
Publicar un comentario