La abuela dice que el nene aplica destrucción creadora. Para mí es un insoportable clásico.
8 comentarios:
Anónimo
dijo...
La suerte es todo en la vida. Si yo no me hubiera criado cerca de mi primo que prácticamente era un delincuente cuando tenía mi edad, yo no habría contado con tanto apoyo familiar. Se lo debo todo aunque jamás se lo diría.
Este era mi método de llamar la atención. Ser la más chica de 5 hermanos fue tan difícil como veo que es ahora para las vedettes que quieren sobresalir en televisión y que hacen cualquier desastre con sus vidas privadas.
La mejor destrucción productiva que pude hacer fue rebelarme contra las creencias hiper religiosas que tenían en mi casa paterna. Cómo se escandalizaban con mis ofensas a dios y los curas! Eso sí, cada vez que yo decidía tener algún gesto de arrepentimiento, me tapaban con regalos. Un negocio redondo. Lástima que ahora que soy adulto no me da resultado.
Destrozaba todos los juguetes que me regalaban. Mi tío pensó que me iba a ganar regalándome un palo con cabeza de caballo. Pues no: le arranqué las riendas y la cabeza la usaba como pelota de futbol. Si me hubiesen raptado, jamás me habrían rescatado.
Mi abuela también me defendía de la furia de mis padres porque ella se creía que yo estaba de su lado. Siempre me pareció una hipócrita que no la quería nadie y por eso buscaba aunque más no fuera mi complicidad.
Los viejos estaban convencidos de que mi hermana iba a ser bióloga porque de chica se dedicaba a desmembrar todo tipo de insectos, lamentablemente se equivocaron, está más loca que una cabra, pobrecita.
Cuando me quedo a cuidar a mis sobrinos se me ponen los pelos de punta. Sólo pensar que cuando sea madre pueda tener unos hijos tan insoportables, me hace dudar de mis posibilidades de maternazgo.
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La suerte es todo en la vida. Si yo no me hubiera criado cerca de mi primo que prácticamente era un delincuente cuando tenía mi edad, yo no habría contado con tanto apoyo familiar. Se lo debo todo aunque jamás se lo diría.
Este era mi método de llamar la atención. Ser la más chica de 5 hermanos fue tan difícil como veo que es ahora para las vedettes que quieren sobresalir en televisión y que hacen cualquier desastre con sus vidas privadas.
La mejor destrucción productiva que pude hacer fue rebelarme contra las creencias hiper religiosas que tenían en mi casa paterna. Cómo se escandalizaban con mis ofensas a dios y los curas! Eso sí, cada vez que yo decidía tener algún gesto de arrepentimiento, me tapaban con regalos. Un negocio redondo. Lástima que ahora que soy adulto no me da resultado.
Destrozaba todos los juguetes que me regalaban. Mi tío pensó que me iba a ganar regalándome un palo con cabeza de caballo. Pues no: le arranqué las riendas y la cabeza la usaba como pelota de futbol. Si me hubiesen raptado, jamás me habrían rescatado.
Mi abuela también me defendía de la furia de mis padres porque ella se creía que yo estaba de su lado. Siempre me pareció una hipócrita que no la quería nadie y por eso buscaba aunque más no fuera mi complicidad.
Mi hermanito era de esos, yo en cambio me abstuve de esos alardes creativos. Fui demasiado considerada.
Los viejos estaban convencidos de que mi hermana iba a ser bióloga porque de chica se dedicaba a desmembrar todo tipo de insectos, lamentablemente se equivocaron, está más loca que una cabra, pobrecita.
Cuando me quedo a cuidar a mis sobrinos se me ponen los pelos de punta. Sólo pensar que cuando sea madre pueda tener unos hijos tan insoportables, me hace dudar de mis posibilidades de maternazgo.
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