Mi sobrino se junta con unos atorrantes. Para hacker no le da. Se la pasa boludeando por el barrio. A veces tiene conductas raras. Se acerca a autos de vidrios oscuros, le entregan algo por la ventanilla, mete las manos en los bolsillos y se va.
Mi sobrino, en cambio, se junta con otros para reírse a secas. Todo les causa risa. Está en la edad del pavo. Del pavo real, diría yo, no sé que se cree.
Los hackers son genios y no todos son malas personas. Tengo un sobrino segundo que hackea la cuenta de las Hermanitas Misioneras de la Bienaventuranza Perdida, y las ayuda mediante mensajes anónimos y donativos, a reencontrar la Bienaventuranza. Todavía están en eso, pero no tengo duda de que algún día lo lograrán.
Las contraseñas no protegen a las tarjetas de crédito. Las tarjetas de crédito cuentan con protecciones más potentes. Las contraseñas sólo cumplen la función de dejarnos tranquilos para que no molestemos.
12 comentarios:
¿Los hackers son los que juegan al beisbol?
De las tarjetas de crédito nunca hay que reírse. Ellas terminan riendo último y mejor.
La contraseña de una de las tarjetas de mi vieja es: adoroamihijo.
Ella me lo contó como prueba de confianza y amor.
Los hackers sí que saben vivir la vida!!! Pero tendrían que tomar un poco de sol.
La contraseña más segura es 1234
Mi sobrino se junta con unos atorrantes. Para hacker no le da. Se la pasa boludeando por el barrio. A veces tiene conductas raras. Se acerca a autos de vidrios oscuros, le entregan algo por la ventanilla, mete las manos en los bolsillos y se va.
Mi sobrino, en cambio, se junta con otros para reírse a secas. Todo les causa risa. Está en la edad del pavo. Del pavo real, diría yo, no sé que se cree.
Los hackers son genios y no todos son malas personas. Tengo un sobrino segundo que hackea la cuenta de las Hermanitas Misioneras de la Bienaventuranza Perdida, y las ayuda mediante mensajes anónimos y donativos, a reencontrar la Bienaventuranza. Todavía están en eso, pero no tengo duda de que algún día lo lograrán.
Meterse en ámbitos privados para reírse es lo más común del mundo. No se necesita ser hacker para eso.
Las contraseñas no protegen a las tarjetas de crédito. Las tarjetas de crédito cuentan con protecciones más potentes. Las contraseñas sólo cumplen la función de dejarnos tranquilos para que no molestemos.
Nunca protegas tu tarjeta de crédito con una contraseña cómica. Los hackers se reirán y olvidarán su verdadera misión: entrar en tu cuenta.
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