domingo, 1 de julio de 2012

Inteligencia y astucia



La honestidad de las personas depende de su vocabulario y de cómo su cerebro procese los datos de la realidad.

Nuestro cerebro combina ideas para entender la realidad y adecuarse a ella. Un buen entendimiento es la condición necesaria para que la conducta sea la más conveniente.

El cerebro funciona para que, en términos prácticos, podamos conseguir lo que necesitamos para sobrevivir (y conservar la especie) con una calidad de vida que nos resulte aceptable.

Este órgano puede manejar una parte de la información existente, no toda. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que sólo recibimos datos por cinco sensores especializados: ojos, oídos, olfato, gusto y tacto. El resto de la información que pueda existir, la perdemos, no la detectamos, no sabríamos qué hacer con ella.

Tengamos en cuenta también que el cerebro procesa la información recibida si está codificada en forma de palabras. Procesamos lo que describimos lingüísticamente y por este motivo, lo procesamos según los criterios gramaticales que organizan nuestra lengua.

El motivo de este artículo es compartir con usted una posible explicación de cómo influye el lenguaje en nuestra conducta.

Los insumos que elaborará el cerebro son palabras que describen los datos provenientes de los cinco sentidos.

Según qué palabras (insumos) utilicemos, podemos obtener resultados diferentes.

La palabra inteligencia significa «capacidad de entender, comprender, resolver problemas, interpretar, habilidad, destreza, experiencia».

La palabra astucia significa «agudeza, habilidad para engañar y evitar ser engañado, aptitud para lograr artificiosamente cualquier fin».

Si bien son dos formas de procesar los datos que recibimos de la realidad, una y otra palabra pertenecen a filosofías de vida distintas, la configuración de mundo que tienen los usuarios habituales de una y otra palabra es diferente y, por lo tanto los resultados serán muy distintos.

Hasta la honestidad de una y otra persona son muy distintas.

10 comentarios:

Julia Abero dijo...

Me llama la atención (y me deja pensando) cuando Ud. dice: "...el cerebro procesa la información recibida si está codificada en forma de palabras". ¿Solo procesa lo expresado a través del código lingüístico? ¿Qué pasa con la información que brinda un color: negro/luto, para algunas culturas; blanco/luto, para otras? ¿Qué pasa con la información quinésica? ¿Y la invasión del campo proxémico de una persona a otra no se traduce como información al cerebro?

Fernando Mieres dijo...

HIJO INTELIGENTE-PADRE ASTUTO

Un adolescente recién aprobado su examen de conducir le pregunta a su
padre que cuando podría Él utilizara el coche.
El padre le dijo que hicieran un trato:
"Tú mejoras las notas de 7 a 8, estudias la Biblia un poco y
te cortas el pelo, entonces hablaremos sobre prestarte el coche.
Como seis semanas después le dijo el padre:
Hijo, has mejorado tus notas y he visto que has estado
estudiando la Biblia, pero me decepciona ver que no te has cortado el
pelo
El muchacho contestó:
Sabes Papá, he estado viendo en mis estudios de la Biblia, que
Sansón llevaba el pelo largo, Juan el Bautista llevaba el cabello
largo, Moisés también lo llevaba largo, y hasta existen evidencias de
que, ¡Jesús llevaba el pelo largo!
A lo que el padre contestó:
¿Y no te fijaste que todos iban a pie a todas partes?

Diana dijo...

Creo que Julia tiene razón.

Luis dijo...

Las palabras nos ayudan a pensar. Cuantas más palabras hayamos acuñado, probablemente tengamos más posibilidades de pensar mejor.

Carolina dijo...

Qué bueno ese mini-cuento, Fernando! El pibe tenía razón, y el padre también.

Raquel dijo...

En el blog ¨El dinero y la pobreza patológica¨, usted habla de las normas; entre ellas las normas morales. Efectivamente, ser astuto es en muchas ocasiones equivalente a ser inmoral.

Raúl dijo...

No sé cómo es la honestidad del astuto. Supongo que en algunos casos bastante cercana a la del inteligente, y en otros opuesta.

Lautaro dijo...

De acuerdo; es necesario entender para reaccionar adecuadamente. Cuando no entendemos es preferible darnos un tiempo de espera.

Susana dijo...

Tenemos una buena calidad de vida cuando simplemente nos sentimos bien y con fuerzas para crear, enfrentar, proponer.

Gabriela dijo...

Cuando la parapsicología adquiera más desarrollo, se ampliará nuestro campo perceptivo de manera notable.