Textos pequeños pero concentrados.
Yo preferiría seguir cortando cabezas, qué quiere que le diga.....
jajajaj!!! Es casi una prueba de evolución. Qué reconfortante!
El combate de las ideas es una actividad deportiva tan válida como hacer fierros en el gimnacio.
Para mí el único signo de evolución cierto es que va desapareciendo el dedo meñique del pie.
¿Nuestra especie? Cuál es nuestra especie!! ¿Somos una especie? ¿Una especie de qué? Ya sé. Una especie de energúmenos, verdugos y boludos.
Qué bueno albergar una concepción de especie. Somos una especie animal más, tan válida y valiosa como los chanchitos que nos comemos a fin de año.
Primero tomemos conciencia de humanidad. Recién ahí podremos ver con otros ojos al resto de las especies.
De acuerdo con Gladys. A veces hay que cortar cabezas. Pero hay que tener ojo... no vaya a ser que uno termine salpicado con sangre.
Cuando tengo ganas de cortar una cabeza voy a la peluquería y salgo mucho más contenta.
A veces hay que recortar un poco la cabeza, para que se desarrollen un poco más los brazos y las piernas.
A las ideas no las pueden matar. Ellas terminan suicidándose sin ayuda.
Las pueden matar, Graciana, pero ellas se las ingenian porque tienen un gran sentido de autodeterminación.
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12 comentarios:
Yo preferiría seguir cortando cabezas, qué quiere que le diga.....
jajajaj!!! Es casi una prueba de evolución. Qué reconfortante!
El combate de las ideas es una actividad deportiva tan válida como hacer fierros en el gimnacio.
Para mí el único signo de evolución cierto es que va desapareciendo el dedo meñique del pie.
¿Nuestra especie? Cuál es nuestra especie!! ¿Somos una especie? ¿Una especie de qué? Ya sé. Una especie de energúmenos, verdugos y boludos.
Qué bueno albergar una concepción de especie. Somos una especie animal más, tan válida y valiosa como los chanchitos que nos comemos a fin de año.
Primero tomemos conciencia de humanidad. Recién ahí podremos ver con otros ojos al resto de las especies.
De acuerdo con Gladys. A veces hay que cortar cabezas. Pero hay que tener ojo... no vaya a ser que uno termine salpicado con sangre.
Cuando tengo ganas de cortar una cabeza voy a la peluquería y salgo mucho más contenta.
A veces hay que recortar un poco la cabeza, para que se desarrollen un poco más los brazos y las piernas.
A las ideas no las pueden matar. Ellas terminan suicidándose sin ayuda.
Las pueden matar, Graciana, pero ellas se las ingenian porque tienen un gran sentido de autodeterminación.
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