jueves, 8 de noviembre de 2012

Significante Nº 1.342



Estamos condenados a morir acusados de haber nacido.

13 comentarios:

Gabriela dijo...

Aunque estemos condenados a morir por haber nacido, vale la pena nacer.

Roque dijo...

Acusar es fácil, y condenar más.

Lucía dijo...

Si estuviese condenada a morir, supongo que desearía ver a todas las personas que amo, y a las que amé alguna vez, mirarlas a los ojos, y abrazarlas luego.

Elena dijo...

Cada uno de nosotros hizo lo que pudo en su vida. A veces bien, otras mal o más o menos bien. De todos modos, más allá de alabanzas o acusaciones, todos nosotros estamos juntos en lo mismo: morir alguna vez.

Rocío dijo...

Aunque tú mueras, yo tuve la suerte de saber que habías nacido.

Enrique dijo...

Opa! qué románticos estamos hoy.
Voy a romper un poco el clima...
Lo que voy a decir es que vivimos con la muerte pisándonos los talones, así que... carpe diem!

Morgana dijo...

Si me acusan de haber nacido, yo los condenaré a mi furia eterna.

Nazareth Inglese dijo...

Así como no es culpa nacer,
ni tampoco es culpa ser;
ser de una u otra manera,
tampoco vale la condena
de morir para nacer.

Laura dijo...

Estamos. Hemos nacido.
Ojalá podamos decir, que hemos vivido.

Facundo Negri dijo...

Estamos condenados a morir y parece que nunca sabremos qué nos condenó, por qué nos condenó, cuando nos condenó.

Mabel dijo...

Lo peor que te puede decir una persona es: tu muerte me permite renacer.

Graciana dijo...

El que acusa y no condena, se va a la cama sin cena.

Yoel dijo...

Sí Graciana, sin la cena de hacer leña del árbol caído.