Imaginemos que usted posee un millón de dólares.Existen cinco valores diferentes de esta fortuna:
1) El valor numérico, correspondiente al que figura en su cuenta bancaria o en la suma de los billetes que redondean esa cifra. Es el valor cuantitativo.
2) El valor de compra: representa todo lo que efectivamente puede comprar teniendo en cuenta que la mayoría de los precios estarán determinados por el mercado o por el dueño de quien venda esas cosas que usted habrá de comprar.
3) El valor emocional: es la sensación que usted siente por todo lo que tuvo que hacer para acumular ese importe (el esfuerzo, las privaciones, los aciertos, los riesgos que tomó y el miedo que soportó). También incluye las preocupaciones que tiene ahora para no perderlos, para no ser robado, estafado, víctima de un secuestro, de una extorsión.
4) El valor del poder social que posee: esto le hará sentirse seguro de no caer tan fácilmente en la pobreza; podrá ser exigente en lo que tenga para vender porque no tendrá tanta urgencia en recibir el dinero; podrá respaldar a quienes necesiten una garantía, una fianza, una recomendación; tendrá poder de decisión sobre interéses ajenos que dependan de su riqueza (empleados, socios, quienes reciban un préstamo de usted), etc.
5) La combinación de los 4 anteriores, que le harán sentir diferentes estados de ánimo, en diferentes momentos, en diferentes circunstancias.
Nota: El billete de U$S 1.000.000 no existe. El mayor billete de esa moneda es de U$S 100.000 y fue emitido por última vez en 1934.
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10 comentarios:
Me hace gracia que los psicólogos y los filósofos siempre analizan hasta lo más simple.
Estoy de acuerdo con que la pobreza es una enfermedad. La humanidad estuvo pendiente durante miles de años con la tuberculosis. Un día Koch descubrió el bacilo, se creó la vacuna y ya nadie hoy piensa en esa enfermedad mortal. ¿Lograremos lo mismo con el flagelo de la pobreza material?
Sin el valor numérico del dinero, los otros 4 no sirven para mucho.
Cuando cobrás el primer sueldo lo que más cuenta es el valor emocional.
Cuando los 4 primeros valores se combinan mal ¡hay que ser macho!
Mi mujer persiste en atender sólo el valor de compra.
Imaginate que lográs estabilizar tu vida desde el punto de vista económico y te cae una enfermedad terminal.
No somos nada...
Mi padre me decía que él vivía al día porque el presente es lo único que en realidad poseemos. ¿Será por eso que nunca pensé en abrir una cuenta bancaria?
Si me secuestran y a mi mujer se le ocurre pagar el rescate, la mato.
Familiares y amigos me piden que les salga de garantía. ¡No tienen paciencia! Esperen a que llegue al millón de dólares.
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