Exactamente lo mismo me dijo un día Alcira, mi novia de la infancia. Y yo caminé las cuarenta cuadras religiosamente, como si estuviera cumpliendo una cuarentena. Siempre en línea recta, siempre hacia delante. Así fue que conocí mundo -igualito que Forrest Gump- y las gentes más diversas. Viví todo tipo de aventuras... hasta que un día, cansado y viejo decidí volver por Alcira. Por el camino iba cantando "volver con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien". Entre tanto, un amigo me contó que Alcira iba de cafetín en cafetín, cantando en Buenos Aires: "cuando te des cuenta exacta, que te has gastao la vida, en aprontes y partidas; muchacho, te quiero ver". Sí, estaba clarísimo que ella quería verme, así que yo apuraba el paso, hasta que llegué a la capital del targo y golpeé a la puerta de Alcira. Ella apenas me vio se tiró en mis brazos... y yo, para mis adentros cantaba "cuando seas descolado mueble viejo y no te queden esperanzas en el pobre corazón; si te hace falta un amigo, si precisás un consejo, acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo, pa ayudarte en lo que pueda, cuando llegue la ocasión".
Los médicos dicen que todos los días hay que hacer media hora de ejercicio. Entonces te hablan de caminar. Te buscan un ejercicio bonito y fácil, lindo para hacer al aire libre, para contemplar el paisaje, oxigenar los pulmones... A pesar de todo, yo le digo, prefiero mi media hora de lujuria.
10 comentarios:
A mí no, a mí me dijo que con 5 vueltas a la manzana alcanzaba.
Exactamente lo mismo me dijo un día Alcira, mi novia de la infancia. Y yo caminé las cuarenta cuadras religiosamente, como si estuviera cumpliendo una cuarentena. Siempre en línea recta, siempre hacia delante. Así fue que conocí mundo -igualito que Forrest Gump- y las gentes más diversas. Viví todo tipo de aventuras... hasta que un día, cansado y viejo decidí volver por Alcira. Por el camino iba cantando "volver con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien". Entre tanto, un amigo me contó que Alcira iba de cafetín en cafetín, cantando en Buenos Aires:
"cuando te des cuenta exacta, que te has gastao la vida, en aprontes y partidas; muchacho, te quiero ver". Sí, estaba clarísimo que ella quería verme, así que yo apuraba el paso, hasta que llegué a la capital del targo y golpeé a la puerta de Alcira. Ella apenas me vio se tiró en mis brazos... y yo, para mis adentros cantaba "cuando seas descolado mueble viejo y no te queden esperanzas en el pobre corazón; si te hace falta un amigo, si precisás un consejo, acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo, pa ayudarte en lo que pueda, cuando llegue la ocasión".
Qué parecido a Benedetti!
Es el mismo Benedetti
o se trata de alguien
que se le parece?
A mi me parece
que se trata,
del mismo Benedetti.
Si su doctor está aburrido de sus nanas, mándele otras más pechugonas.
Apoyar los labios sobre la mano. Así es que se reconoce la fijación oral.
Yo creo que mi dolor está aburrido de mis nanas.
Esa es una buena noticia, Olga! Cuando el dolor se aburre de si mismo, se manda a mudar.
Y si... de lo primero que se aburren los doctores es de sus pacientes.
Cómo les gusta a los doctores que una les diga 'doctor'!
Los médicos dicen que todos los días hay que hacer media hora de ejercicio. Entonces te hablan de caminar. Te buscan un ejercicio bonito y fácil, lindo para hacer al aire libre, para contemplar el paisaje, oxigenar los pulmones... A pesar de todo, yo le digo, prefiero mi media hora de lujuria.
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