domingo, 5 de junio de 2011

El embarazo de ambos sexos

El deseo de gestar es de ambos sexos. Ellas pueden lograrlo realmente y ellos pueden aparentarlo con grandes creaciones. También es una metáfora eficaz buscar situaciones embarazosas que nos estorben, enlentezcan o retarden.

Si nos dirigimos a nuestro frecuentado amigo el Diccionario de la Real Academia, observaremos con cierta sorpresa que el verbo embarazar tiene como primera acepción nada menos que «Impedir, estorbar, retardar algo».

En otro artículo (1) les decía que la naturaleza sigue sobrecargando al sexo femenino con el compromiso biológico de gestar y alimentar a los nuevos ejemplares de nuestra especie.

Sin embargo el deseo humano no responde a ninguna lógica y el propio sentido común suele malinterpretarlo.

Hasta donde he podido observar las mujeres, desde que tienen dos o más años, ya empiezan a jugar preferentemente con la fantasía de que son madres y cuando la menstruación ha quedado muy atrás, continúan teniendo actitudes maternales.

O sea que el embarazo implica un gran esfuerzo pero igualmente es deseado.

Esto no sería nada comparado con algo aún más increíble: ¡los varones también queremos ser madres!

Estoy convencido de que los hombres tenemos una «envidia del útero» que se compensa precariamente con una pasión creadora imparable. Hacemos puentes, edificios, máquinas, esculturas (imagen).

Es muy poco probable que una mujer haga tanto esfuerzo. Ellas tienen resuelto su afán de realización tan solo gestando y criando un hijo.

Lingüísticamente tenemos un detalle interesante para considerar.

Si el verbo «embarazar» significa principalmente «impedir, estorbar», es muy probable que algunas personas, en su afán por satisfacer ese extraño placer de gestar, busquen situaciones en las que se vea «impedidos o estorbados».

En suma: Algunas faltas de rendimiento laboral, la baja productividad de nuestro esfuerzo puede ser causado porque buscamos situaciones complejas, molestas, que retarden nuestra producción, es decir: embarazosas.

(1) La naturaleza sobrecarga a las mujeres

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13 comentarios:

Mamina dijo...

Creo que mi vida habría sido mucho más fácil si me la hubiera pasado construyendo puentes.

Natalia dijo...

Las mujeres que satisfacen su deseo de gestar con diez o doce embarazos, luego tienen una vida menos embarazosa.

Zulma Balasto dijo...

Mi rendimiento laboral es bajo porque siempre ando por el mal camino; lo sé porque ya de niña me lo anunciaba mi madre.

Raúl dijo...

La vida puede ser en extremo sencilla, aunque no por eso menos dolorosa.

Noelia dijo...

Embarazar es impedir y estorbar porque quienes embarazan son los hombres.

Ariel dijo...

No me parece que las mujeres resuelvan su afán de realización tan sólo gestando y criando un hijo.

Gimena dijo...

La espontaneidad no está muy bien vista. Siempre buscamos retardar nuestras reacciones.

Lucas dijo...

Los que hacen esculturas en hielo o arena, no quieren llevar el título de padres de manera definitiva.

Aldo dijo...

No los gesté, pero mis hijos son mi mayor creación.

Chapita dijo...

Mi madre era una leona, y como no quería alimentarme me enseñó a cazar.

Verónica dijo...

Algunos no frecuentan el Diccionario de la Real Academia porque son antimonárquicos. Qué situación embarazosa!

Enrique dijo...

El deseo responde a la lógica del instinto de conservación. Salvo cuando se ha enfermado.

Marisa dijo...

Es cierto, quienes sienten la necesidad de crear, a menudo dejan el deseo de ganar dinero en un segundo plano.