Como mujer me niego rotundamente a aceptar que la hembra sea la fuente. Es un agua sucia, que se renueva muy poco, que vale más por lo refleja que por ser agua, porque como agua no sirve ni para tomar, ni para bañarse.
No veo a la fuente igual que Clara. Las fuentes transmiten frescura, tienen movimiento y son mucho más amables que los obleliscos. Ellos parecen tener permanentemente al cielo entre la espada y el espacio.
Cierto que ambos hacen buena pareja: ella parece estar siempre adorándolo a sus pies y él permanece firme y erecto, sean cuales sean las circunstancias.
La hembra del obelisco es la fuente.
11 comentarios:
Cuando pasamos por el obelisco, él se pone más fogozo, me aprieta más. No le comentaré de este blog xq quiero que siga igual.
El Obelisto de Montevideo es porno.
Esto es lo que yo llamaría "poesía erótico-arquitectónica".
No me calienta mucho pero tiene un poco de ingenio.
Como mujer me niego rotundamente a aceptar que la hembra sea la fuente. Es un agua sucia, que se renueva muy poco, que vale más por lo refleja que por ser agua, porque como agua no sirve ni para tomar, ni para bañarse.
No veo a la fuente igual que Clara. Las fuentes transmiten frescura, tienen movimiento y son mucho más amables que los obleliscos. Ellos parecen tener permanentemente al cielo entre la espada y el espacio.
Cierto que ambos hacen buena pareja: ella parece estar siempre adorándolo a sus pies y él permanece firme y erecto, sean cuales sean las circunstancias.
Seguro que los dos se llevan bien, él siempre está dispuesto y ella siempre mojada.
Al lado de todo gran obelisco hay una gran fuente.
Yo me siento identificado con el obelisco por razones obvias y mi mujer se parece a la fuente porque escupe.
El obelisco montevideano es uno de los más lindos del mundo.
Es una tortura estar tan cerca y no podernos tocar.
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