El palabra salario proviene de la costumbre de retribuir a los soldados del Imperio Romano con sal (cloruro de sodio), cuyo valor en esa época (40 a.c.) equivalía al del oro.
Con la lógica psicoanalítica —donde la hegemonía del inconsciente impone asociaciones que la conciencia considera descabelladas—, le propongo una idea que seguramente puede ser válida para un conjunto de personas que tienen dificultades con el dinero.
Dentro de las rutinas clásicas de la medicina se encuentra la toma de presión arterial.
La sal de mesa suele considerarse un alimento que aumenta la presión arterial y su uso queda prohibido para quienes ya la padecen pero preventivamente la medicina aconseja abstenerse de su uso.
En la suposición de que las palabras influyen en el funcionamiento del inconsciente, es posible pensar que algunas personas prefieran una salario bajo porque interpretan que eso puede subirles la presión arterial.
Casualmente, para tener un buen salario es necesario padecer un cierto estrés (tensión) y la medicina nos previene que cualquier exceso de presión arterial o de estrés, es perjudicial para la salud.
Sólo para terminar: El tratamiento de la hipertensión arterial suele incluir algún diurético. Aumentar la emisión de orín es también una forma de eliminar el oro al que equivalía la sal cuando se creó la palabra salario.
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13 comentarios:
Existe una cura alternativa que se llama ORINOTERAPIA.
Muy inteniosa hipótesis. Materialistas abstenerse (no lo entenderían).
Me gusta su forma de redondear un texto, cuando el principio y el final se encuentran. Me hace pensar en un círculo: símbolo de la perfección.
Persevere y me tendrá como uno de sus lectores más fieles.
Capaz que la hipótesis que ud tira aquí es un gas, pero la forma en que está planteada es perfecta. Y yo le doy valor a las formas, por lo tanto comparto la opinión de Dagoberto.
La forma más placentera de bajar la presión arterial es utilizando un diurético apeticible, por ej. mate de mañana y cerveza de noche.
De esta antigua costumbre romana surgió el característico salero que tras su emisión, le da sabor a todas las cosas.
Si hace 2000 años la sal equivalía al oro, nada nos impide imaginar que dentro de algunas centurias el agua equivalga al petróleo.
Estoy de acuerdo con su planteo. De mí dicen que no soy ambicioso. En realidad mi mayor ambición es ser sano. Quizás por eso no esté dispuesto a soportar el estrés que implicaría hacer algo por aumentar mi salario.
Las palabras moldean mi inconsciente de manera tal que cuando mi novia me mima yo me mamo.
En el Río de la Plata no encontraron oro y comenzaron a proliferar los saladeros.
Tengo retención de líquidos. Lo conversaré con el párroco. No quisiera cometer pecado de avaricia.
Las rutinas clásicas de los médicos tendrán su razón de ser, mas yo prefiero las rutinas clásicas della bella Italia.
Si no tienes presión alta no debes eliminar la sal de tu dieta. Manéjate con sentido común y moderación.
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