martes, 31 de marzo de 2009

Significante Nº 324

Las víboras venenosas son un peligro pero por suerte ninguna inyecta pesimismo.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido en que el pesimismo es ponzoñoso.

Lucarelli dijo...

En Argentina tenemos algún mosquito que nos picó con pesimismo.

Amparito dijo...

Adoro a las víboras, porque son humildes, sólo se defienden y cargan con un rechazo injustificado.

Diana dijo...

Tener una víbora de mascota está de moda. El miedo no me permite convivir con esas especies.

Sofi dijo...

De inyectar pesimismo se encarga Usted Licenciado.

Ingrid dijo...

El pesimismo es altamente contagioso!

Osvaldo dijo...

Los que no soportan la realidad me tildan de pesimista.

Martín dijo...

Trato de fingir optimismo porque me dijeron que al final se te pega.

Guyunusa dijo...

Los uruguayos defendemos lo nuestro porque no queremos seguir perdiendo raíces. Liquidaron a nuestros indígenas y todos somos descendientes de inmigrantes.

Nico dijo...

No se de qué mierda está opinando Guyunusa pero igual la voto.

Guyunusa dijo...

Sorry, vayan al blog "Relatos en clave psicoanalítica", el comentario era para ahí.

Edelweis dijo...

La víbora de mi cuñada es enfermera y no sé qué inyecta pero le aseguro que lo hace con mala onda.