lunes, 2 de marzo de 2009

Significante Nº 302

Aún conserva un hacha con olor a sangre. La olí.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces uno se mete en cada ambiente...

Anónimo dijo...

Me gustaría tener una aventura con un sanguinario ... siempre y cuando él esté de licencia.

Anónimo dijo...

No es cierto, la sangre está reseca y ya no puede despedir ningún olor. Reconozco que le quedaron algunos pelos pegados en el filo pero no quise sacarlos porque respeto mucho la estética del asesinato brutal.

Anónimo dijo...

No sé por qué el Mauro disfruta tanto degollando a las gallinas con el hacha, retorcerles el pescuezo es más práctico y limpio.

Anónimo dijo...

Vi la foto y la reconocí enseguida. Es una vieja castradora, no me extraña que el hacha esté siempre impregnada de sangre.

Anónimo dijo...

Veo que ud respeta la continuidad de las historias y le estoy muy agradecido. Ayer me dio la oportunidad de explayarme en el angustioso suceso que viví con mi mujer parturienta por culpa del árbol que habían derribado esos imbéciles. Hoy tengo algo más para decirle. Por supuesto primero quiero aclararle que no les quemamos la casa a los hermanos Cohen porque nos dio mucha pena su abuelita, que allí vivía cubierta de harapos y sin atención humanitaria ninguna. Ud sabe que mi señora y yo somos muy católicos, y no pudimos quedarnos indeferentes ante una situación tan dolorosa, dejando a esa pobre mujer a cargo de esos bándalos. Decidimos entonces, con profunda emoción, proponerle alojarse con nosotros y le pedimos que no se preocupara por sus nietos, ya que el nombre de la granja ("Mi abuelita") podía seguir siendo el mismo, aunque iluminara la estancia con su presencia. Tras varios tira y afloje, la anciana finalmente aceptó y cargó sus escasas pertenencias en el baúl de la camioneta. Ahí fue que apareció el hacha ensangrentada. No quisimos hacer preguntas porque valoramos que cualquier hecho delictivo protagonizado por esta mujer, estaría plenamente justificado, dado la falta de amor y el abandono en los que había pasado los últimos años de su vida. De todos modos, porque la previsión nunca está demás y porque somos padres responsables de una indefensa criatura, decidimos confinarla en el sótano, que tiene doble cerradura, además de un cómodo baño y luz eléctrica.

Anónimo dijo...

Yo también la olí y me corté la ñata!

Anónimo dijo...

Bueno, un hacha! Las demás las limpió todas.

Anónimo dijo...

Es horrible! Esa hacha la lleva sujeta del corpiño y lleva unos escotes bien amplios para mostrar la parte ensangrentada. Tengo que llamar a la producción de "Voces anónimas", seguro que la historia les va a interesar, pero primero voy a ver cuánto pagan.

Anónimo dijo...

Usted porque no vio la motosierra!!

Anónimo dijo...

Cómo nos ha transformado la civilización. Lo que antes era un instrumento de caza para procurarse alimento, ahora se nos presenta como un objeto tétrico.

Anónimo dijo...

Yo tengo el hacha que usó Artigas, nuestro prócer, para darle en la nuca a un inglés que lo había desarmado. Planeo subastarla. Si les gusta con olor a sangre, eso se consigue, no hay nada que la ingeniería de la alimentación no pueda.

Anónimo dijo...

Esa es mi suegra; al fin logró ser popular!!!