—Hola Marito, soy Bibi. Demorámelo un rato más al presi que ya sabés que a él le gusta que le sea exclusiva. Demorámelo otro poquito porque todavía no pude despachar a un edil que se me puso enamoradizo. Claro mi amor, vos sos el uno. –
5 comentarios:
Anónimo
dijo...
¿Parece que la que habla es una prostituta con mucho éxito, verdad? ¿Cobrará muy caro? ¿La pagarán los contribuyentes?
La Bibi es mi amiga y hay que reconocerle que es toda una lady. No cualquiera tiene clientes en las altas esferas. Ella se maneja así, con la crema de la crema. Tiene además mucho oficio para sobrellevar las contrariedades. Te cuento, el otro día estaba haciéndole la cosita a un ministro que no viene al caso mencionar, y se cayó de la esfera, que estaba tan pero tan alta que casi rozaba el cielo. Al caer se le rompió el taco aguja del zapato derecho pero ella siguió trabajando imperturbable sin que se notara ningún tremolar en su desplazamiento felino. Bibi, te amo!
5 comentarios:
¿Parece que la que habla es una prostituta con mucho éxito, verdad? ¿Cobrará muy caro? ¿La pagarán los contribuyentes?
La mezcla del amor con el mercantilismo produce resultados divertidos.
que descreído! por dios!
los políticos son ... yo que sé, una especie aparte
No me gusta que critiquen a una mujer tan democrática.
La Bibi es mi amiga y hay que reconocerle que es toda una lady. No cualquiera tiene clientes en las altas esferas. Ella se maneja así, con la crema de la crema. Tiene además mucho oficio para sobrellevar las contrariedades. Te cuento, el otro día estaba haciéndole la cosita a un ministro que no viene al caso mencionar, y se cayó de la esfera, que estaba tan pero tan alta que casi rozaba el cielo. Al caer se le rompió el taco aguja del zapato derecho pero ella siguió trabajando imperturbable sin que se notara ningún tremolar en su desplazamiento felino.
Bibi, te amo!
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