Textos pequeños pero concentrados.
No nos conformamos con lo que nos toca porque alentamos la esperanza de que la otra realidad, la desconocida, sea mejor.
Lo que más le envidia el violín al contrabajo es su terrible lomo.
El violín y el contrabajo son tan femeninos como la viola. Su identidad masculina los tiene contrariados.
Con gran trabajoel contrabajose metió entre el equipajede abajo.Así viajó en colectivo;el violín diceque se hizo el vivo.
Si el contrabajohablara con la mochila,sabría que viajar en ómnibuses una porquería.
Entre el contrabajo y el ómnibus hay un amor imposible. Tan imposible como el del elefante y la hormiga, la mariposa y el picaflor, el vino y la sandía.
El violín se tensiona porque teme que lo confundan con el recipiente tocayo.
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7 comentarios:
No nos conformamos con lo que nos toca porque alentamos la esperanza de que la otra realidad, la desconocida, sea mejor.
Lo que más le envidia el violín al contrabajo es su terrible lomo.
El violín y el contrabajo son tan femeninos como la viola. Su identidad masculina los tiene contrariados.
Con gran trabajo
el contrabajo
se metió
entre el equipaje
de abajo.
Así viajó
en colectivo;
el violín dice
que se hizo el vivo.
Si el contrabajo
hablara con la mochila,
sabría que viajar en ómnibus
es una porquería.
Entre el contrabajo y el ómnibus hay un amor imposible. Tan imposible como el del elefante y la hormiga, la mariposa y el picaflor, el vino y la sandía.
El violín se tensiona porque teme que lo confundan con el recipiente tocayo.
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