lunes, 12 de septiembre de 2011

Significante Nº 1.015

Íbamos velozmente por el túnel cuando vi gestos de somnolencia en el conductor y luego el estruendo más grande que mis oídos.

9 comentarios:

San Pedro dijo...

Eso ya lo sé. Vayamos al asunto: cuándo fue que se arrepintió de sus pecados?

Daniel dijo...

La historia se llama "De túnel en túnel".

Canducha dijo...

Menos mal que vivió para contarlo.

Paula dijo...

Habría que empezar a controlar el índice de somnolencia.

Tiago dijo...

Y desde entonces precisa que le hablen por escrito.

Roberto dijo...

El único túnel que tenemos en Montevideo no tiene cartel que indique la altura máxima que pueden tener los vehículos.

Anónimo dijo...

A mí lo que me tiene acomplejado es tener oídos más grandes que los estruendos.

Luis dijo...

Detectó los signos demasiado tarde. Eso no debería pasarle a un psicólogo.

Evaristo dijo...

Los conductores que se duermen en los laureles corren el riesgo de perder las elecciones.