sábado, 3 de septiembre de 2011

Significante Nº 1.009

Perfeccionista obsesivo y rebelde contra la mediocridad, no calculé que el resorte misterioso de mi ideal se oxidaría tan solo humedecerse con la realidad.

10 comentarios:

Iara dijo...

Para que un resorte sirva, tiene que tener de resorte, algo más que la forma.

Leandro dijo...

A mi sofá verde se le vencieron los resortes y ahora su superficie recuerda la de una hondonada, oscura y triste, que nadie quiere habitar.

Jacinto dijo...

Los resortes se oxidan y nadie se entera porque ellos permanecen ocultos, estropeando lo que tienen a su alrededor.

Eladia dijo...

Que la realidad me moje y los sueños no se sequen!!

Lucía dijo...

Cuando elegí al hombre de acero, olvidé preguntar si era inoxidable...

Hugo dijo...

Conozco una tienda especializada en resortes misteriosos. Tiene de todo: están los resortes que disparan el amor, la locura, el endeudamiento, las adicciones, etc, etc. Ellos te los venden, pero el asunto está en que uno sepa colocárselos.

Nolo dijo...

Por eso yo bajo a la pileta sin resortes.

Carolina dijo...

Yo también... me pierdo en los detalles y olvido lo fundamental.

Romina dijo...

Sabía que mi novio era perfeccionista y obsesivo, pero cuando me enteré que además era coleccionista, lo eché de casa.

Cacho dijo...

Se ve que la mediocridad se le coló al resorte.