Cuando un marino está deprimido se queda en el puerto porque «sabe» que detrás del horizonte no encontrará nada.
11 comentarios:
Roberto
dijo...
"Agua y más agua"; esa era la frase que repetían entredientes los marinos de Colón. Pero él sabía que llegaría a las Indias. Y debe ser el que más lo habrá dudado, pero jamás se permitió pensarlo en voz alta.
Cuando una mujer dice palabras bellas, con un muro de por medio, no vale la pena alentarse y perder el tiempo recurriendo a la consabida caída del muro de Berlín.
Confiezo que aliento deseos espeluznantes. Deseo que mi marido sea como ese marino que no zarpa porque no busca nada. Deseo que mi marido se crea pletórico y lleno hasta las orejas. Deseo que no desee nada más que a mí.
Hubo una vez un grupo de marinos, que hartos de que el horizonte se les corriera, decidieron dejar de mirar lejos y comenzaron a hacer el ejercicio de mirar sólo hacia dentro. Esta experiencia tuvo resultados diversos. Algunos dejaron el mar y se dedicaron al comercio, otros se ordenaron curas y algunos, los menos favorecidos, enloquecieron sin remedio.
Lo curioso es que quienes están al otro lado del horizonte, lo tienen como horizonte a ud. Por eso en ocasiones se oye gritar: "sálvese quien pueda!!!"
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"Agua y más agua"; esa era la frase que repetían entredientes los marinos de Colón. Pero él sabía que llegaría a las Indias. Y debe ser el que más lo habrá dudado, pero jamás se permitió pensarlo en voz alta.
Un marino deprimido necesita el vaivén de las olas para descansar.
Un marido deprimido necesita otro tipo de vaivén, pero vaivén al fin.
El problema está en que el marino nunca busca detrás de los árboles.
Por suerte los puertos cuentan con una infraestructura adecuada para los marinos deprimidos.
Cuando una mujer dice palabras bellas, con un muro de por medio, no vale la pena alentarse y perder el tiempo recurriendo a la consabida caída del muro de Berlín.
Para colmo, cuando encuentra algo, resulta que no era lo que él creía.
Confiezo que aliento deseos espeluznantes. Deseo que mi marido sea como ese marino que no zarpa porque no busca nada. Deseo que mi marido se crea pletórico y lleno hasta las orejas. Deseo que no desee nada más que a mí.
Si confiesas con s, tu arrepentimiento tendrá un sonido más ligero y llegará antes a los oídos de Dios.
Hubo una vez un grupo de marinos, que hartos de que el horizonte se les corriera, decidieron dejar de mirar lejos y comenzaron a hacer el ejercicio de mirar sólo hacia dentro. Esta experiencia tuvo resultados diversos. Algunos dejaron el mar y se dedicaron al comercio, otros se ordenaron curas y algunos, los menos favorecidos, enloquecieron sin remedio.
Lo curioso es que quienes están al otro lado del horizonte, lo tienen como horizonte a ud.
Por eso en ocasiones se oye gritar: "sálvese quien pueda!!!"
Mi consuelo consiste en pensar que para cuando muera, yo ya no lo lamentaré; si alguien lo lamenta, seguro no seré yo, serán otros.
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