miércoles, 5 de septiembre de 2012

Significante Nº 1.287


La vigencia de una obra depende de cuántos milenios tengan los demonios del autor.

12 comentarios:

Tania dijo...

Ahí es cuando tenemos una obra clásica. Sigue vigente en el tiempo, porque sus contenidos son lo suficientemente universales y básicos en cualquier época.

Luis dijo...

Cada autor tiene sus demonios preferidos, pero en mayor o menor medida, todos compartimos los mismos demonios.

Santiago dijo...

Los demonios se heredan de generación en generación.

Andrés dijo...

Los demonios nuevos son viejos demonios reciclados.

Chapita dijo...

Mis demonios son muy reales. Tienen voz y cara y cuerpo. Aparecen cuando quieren. Trato de espantarlos tomando unas pastillas muy serias. Pero a veces ni las pastillas me los sacan de encima.

Marcos dijo...

Así como no existen ángeles tampoco existen demonios. Ambos son idealizaciones.

Roque dijo...

Las obras que cuentan con el apoyo masivo del público, a menudo pierden vigencia con los años.

Laura dijo...

Los demonios que nacen con nosotros, se instalan cómodamente en nuestra vida y se alimentan de todo lo que nos va pasando.

Mariana dijo...

Sí Laura, aunque también pasa que algunas de las cosas que nos suceden los van debilitando.

Olegario dijo...

Los autores más endemoniados son los que dejan huellas más profundas.

Rosana dijo...

Longevos autores, cumplidores de milenios, luchan con sus demonios y no abandonan la vida porque tienen la esperanza de vencer.

Marcia dijo...

La vigencia de una obra depende también de que haya sobrevivido a incendios, inundaciones, guerras, destrucciones masivas y demás catástofres o cataclismos.