Nuestro animismo nos impide utilizar objetos usados (ropa, vajilla, muebles, herramientas). Comprar objetos sin uso, quizá sea un despilfarro.
Nos ganamos la vida
interactuando con otras personas porque son pocos quienes dedican todo su
tiempo a autoabastecerse con legumbres, proteínas, artesanías. Tarde o
temprano, hasta la persona más autosuficiente termina necesitando de otros para
informarse, sanarse o para reproducirse.
Esta interacción se dificulta
porque nuestra mente no es fácil de entender por ella misma. La mente no es tan
autosuficiente como esos pocos que creen serlo para sustentarse.
Recuerdo a una señora cuyo
sueño consistía en tener algún día artefactos sanitarios (lavabo, bidé,
watercloth) que pudiera estrenar, usar por primera vez.
Después me enteré que pudo
darse ese gusto pero nunca podremos saber por qué ella lo anhelaba. Me imagino
las pesadillas que padecería el Genio de la Lámpara de Aladino si realmente
existiera.
Una hipótesis que podría
aproximarnos a una explicación refiere al pensamiento animista que todo
tenemos.
Animismo (1) es la «Creencia que atribuye vida anímica y poderes a los
objetos de la naturaleza» o alguna forma de espíritu en las cosas
(objetos).
En mi juventud tuve un jefe quien, a pesar de ser muy racional, hablaba
seriamente de «la maldad de las cosas inanimadas». Por ejemplo, sostenía que
cuando se nos cae una moneda, esta rodará maliciosamente hasta el rincón más
inaccesible.
Para muchos, las humorísticas leyes del ingeniero Murphy no deberían
tomarse tan a la ligera (2).
Hago todos estos comentarios porque cada vez más personas están
aceptando la idea de aprovechar lo que otros abandonan por desinterés,
aburrimiento o cambio de hábitos.
Es nuestro animismo lo que más nos frena a la hora de utilizar objetos
que ya fueron usados por otros (ropa, vajilla, muebles, herramientas). Gastar
en objetos sin uso, quizá sea un despilfarro.
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7 comentarios:
Completamente. Es un despilfarro total comprar cosas nuevas. Hay que cuidar el planeta. No gastar combustible al cuete. No generar basura difícil de reciclar.
Para mí que los objetos tienen vida propia. Algunos objetos son portadores de grandes espíritus, de espíritus pesados. Aunque nuestra cabeza diga que no, nuestro comportamiento dice que sí. Todos tenemos algún objeto sagrado, al menos sagrado de manera temporal.
En ocasiones me he comprado ropa usada y aunque estuviese impecable me ha dado cosita no volverla a lavar. No lo hice porque lo consideraba una estupidez, pero que me dieron ganas, me dieron ganas.
Compré un auto usado y ya me resigné a pasear al fantasma para que se duerma.
Lo lindo de estrenar algo es... en realidad no sé que es! ... Capaz que comprarlo bien caro.
Estrenar un baño es como darse el gusto de depositar nuestra mugre y nuestros desechos en un lugar puro, impoluto, virgen.
Me encanta reciclar mi propia ropa, es como que a lo usado lo volvés a convertir en nuevo. Como si tuvieras la capacidad de resucitar tus vestiduras.
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