domingo, 13 de mayo de 2012

Los Estados paternales ahora son maternales



Antes pensábamos que los Estados eran figuras paternas, severas, temibles y ahora pensamos que son figuras maternas, sensibles, infinitamente tolerantes.

El psicoanálisis supone que la psiquis colectiva piensa de manera similar a como piensa un individuo, pero nunca igual.

Esto podemos verificarlo observando que los colectivos:

— no tienen una noción clara de cuerpo pasible de sufrir, como sí tenemos los individuos;

— por este motivo los grupos son más audaces, temerarios y necios;

— si fuera cierto que «dos cabezas piensan más que una», diez cabezas piensan la mitad que una;

— la cultura funciona mejor en soledad que en grupo, es decir, somos más educados (formales, juiciosos) cuando nos sentimos individuos aislados que cuando nos sentimos parte de un grupo.

Luego de este prólogo les comento que probablemente se está produciendo un cambio de mentalidad en los grandes colectivos, en lo que refiere a cómo pensamos (vemos, suponemos, imaginamos) al Estado y a sus gobernantes de turno.

Muy brevemente, antes el Estado era un padre pero ahora más bien es una madre.

Al padre le pedíamos que nos ayudara, no solo solicitándole que nos diera trabajo (empleos públicos) sino que además subsidiara la existencia de los pobres. Estas aspiraciones era formuladas con una actitud respetuosa, no porque el Estado se mereciera respeto, sino porque inspiraba miedo.

A la figura paterna se le suponía severa, temible, brutal, con baja tolerancia a los abusos, con sentimientos similares a los personajes duros que veíamos en el cine, especialmente entre los héroes de las películas de cow-boys.

El cambio que está produciéndose es que los Estados ahora son percibidos como madres.

A la madre, más que pedirle le exigimos que nos resuelva los problemas («porque para eso está»), más que subsidiarnos tiene que resolvernos absolutamente todo. 

Porque «ella» es más tolerante, nuestra conducta ha empeorado.

8 comentarios:

Gastón dijo...

No sea malo! Diez cabezas piensan la mitad de una en algunas situaciones particulares de patoterismo. El trabajo en equipo da resultado.

Susana dijo...

La tolerancia a veces empeora las conductas y otras veces las mejora. Lo digo desde mi experiencia como madre.

Oliverio dijo...

Puede que estemos exigiendo más al estado, cuando de nuestros derechos se trata. Pero claro, irse al otro extremo, de pedirle que nos resuelva todo, es una actitud muy infantil.

Mónica dijo...

Mi padre tenía un buen empleo público, y pudíendolo hacer, nunca me ayudó para que entrara a trabajar en la organización estatal donde él estaba. Además yo quería entrar a trabajar ahí. En fin... capaz que de última me hizo un favor.

Ernesto dijo...

Supongo que ud le llama maternales a los Estados gobernados por la izquierda.

Gabriela dijo...

Tendríamos que tener una figura paterna como Ministro de Economía, una figura materna para el Ministerio de Relaciones Exteriores y un andrógino para el Ministerio de Interior.

Olegario dijo...

De pronto es cierto que nuestra conducta empeoró y por eso tenemos más sensación de inseguridad. Además da más protección ante las agresiones provenientes del exterior, un padre que una madre.

Sandra39 dijo...

Sin embargo a ese estado que inspiraba miedo, se lo enfrentó, aquí en nuestro país, por medio de la guerrilla armada.