jueves, 3 de mayo de 2012

Significante Nº 1.179


El alpinista, malhumorado por su precaria situación, recibió a los rescatistas con «una mano en cada piedra». 

11 comentarios:

Morgana dijo...

Pobres rescatistas! Eso les pasa por hacer el bien.

Esteban dijo...

JAJAJAJAJAJ!!!!
Brillante.

Anónimo dijo...

Así me recibe mi mujer. Todos los días. No hay nada que hacerle. El mejor amigo del hombre es el perro.

Yoel. dijo...

Eso le pasa al alpinista por pasarse la vida escalando.

Tiago dijo...

El que se calienta pierde. Ahora capaz que los rescatistas se dan media vuelta y se van silbando.

Olga dijo...

Es que los rescatistas siempre demoran tanto...

Lautaro dijo...

Cierto Olga. Acordate de esa santa mujer que se dejó caer al agua y luego, arrepentida, se puso a hacer la plancha. Esperó tanto, que terminó haciendo la plancha boca abajo.

Chapita dijo...

A mí me gustaría trabajar de rescatista. De chico quería ser bombero. Pero parece que tenía el destino marcado. Desde que yo recuerdo, todos se han dedicado a rescatarme a mí.

Manuel dijo...

Quedar colgado de una piedra no es tan malo como quedar colgado del pincel. Vamos! que no se queje.

Norton dijo...

Hay que mostrarles un poco de enojo a los rescatistas. Si no se creen los salvadores del mundo.

Facundo Negri dijo...

En lugar de pensar y pensar ¨que lleguen los rescatistas, que lleguen de una maldita vez los rescatistas!!!¨, podría haber pensado que tendría que rescatarse solo. Bastaría con que se hubiese soltado y dejado caer.