Según esta teoría, los gobiernos deben enriquecer a los
ricos porque de esa manera llegará más dinero a los pobres.
Los economistas saben mucho de psicoanálisis,
pero no lo aplican en su trabajo porque no saben que saben. Enfrascados en sus
teorías llenas de números, no se dan cuenta cómo intentan acomodar sus ideas a
las reacciones más psicóticas, perversas y neuróticas de los mercados.
Los economistas han creado la «teoría del derrame», del «goteo»,
también llamada entre los anglosajones «teoría del trickle down effect», según
la cual, cuando en un período de auge económico los ricos se vuelven más ricos,
inevitablemente «goteará» parte de esa riqueza hacia las capas más humildes,
generándoles un espléndido bienestar.
Observemos
esto:
Si una
persona apenas vive con $ 100 mensuales, cuando recibe $ 200, su estándar de
vida pasará a ser el doble. El impacto que tendrá esa duplicación de sus
ingresos será fortísimo, sin embargo, para quienes viven con $ 1.000 mensuales,
un incremento de $ 100 apenas les permitirán dar propinas un poco más
generosas.
Esta teoría
del «goteo» es la que tantos defensores de los pobres agitan reclamando que en
los períodos de auge, se repartan un poco mejor las ganancias extraordinarias y
no como ocurre, que los ricos siempre se quedan con «la parte del león».
Y a esto
quería llegar.
Los humanos
quizá somos pobres porque no admitirnos que existan ricos (1), y quizá no
sepamos administrar mejor el reparto de los bienes planetarios porque no
queremos admitir que somos animales.
La
indignante «teoría del goteo», en tanto parece verdadera, nos está diciendo que
los seres humanos nos comportamos como los leones (y otros mamíferos), en los
que hembras y cachorros empiezan a comer cuando el macho alfa (¿rico?) abandona
los restos que ya no caben en su estómago.
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8 comentarios:
Si los humanos nos comportamos como los leones (lo cual me parece cierto)¿debemos aceptar esa realidad, porque somos parte de la naturaleza?.
El tabú del incesto es parte de la naturaleza humana, pero no parte de toda la naturaleza. Y parecería que económicamente, ese tabú nos sirve.
A mí también me parece indignante la teoría del goteo, aunque subjetivamente haga más felices a los pobres que a los ricos.
No sé si es fácil o difícil que la teoría del goteo, de verdad beneficie tanto a los pobres, pero si fuera así, la situación de injusticia seguiría existiendo.
Difícil discernir qué es justo y qué injusto. Parecería ser que lo justo es que todos los seres vivos tengan la posibilidad de vivir y desarrollarse.
No puedo aceptar que los humanos nos comportemos como leones. Tengo demasiado grabada la frase: ¨el hombre es el lobo del hombre¨.
Como dice Fernando, tenemos que empezar por admitir que los humanos somos animales, para empezar a resolver el problema de la pobreza.
El mercado es neurótico, perverso y psicótico. De acuerdo. Por eso no podemos solucionar el problema de la pobreza dejando libre al mercado.
Antes yo preparaba la cena y primero comían mis 4 hijos. Dos horas más tardes, compartíamos la cena mi esposo y yo, para tener un espacio de encuentro e intimidad después de un agitado día de trabajo.
YA NO LO HAGO MÁS. Tres de mis hijos ahora son adolescentes. Después de que cenan, lo que queda para nosotros nos sirve sólo de aperitivo.
La plata no nos da! Estamos desesperados.
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