domingo, 26 de abril de 2009

¡Puff! ¡Qué olor a trabajo!

Creo que tenía menos de 30 años cuando tuve la fortuna de establecer un vínculo increíble con una señora un poco mayor que yo, no linda pero sí atractiva, seductora, inteligente y apasionada.

Nuestro primer encuentro fue en un modesto hotelito, en una habitación higiénica pero con muchísimo calor.

Tuvimos un sexo frenético, algo psicótico y mi placer era tan desbordante que en determinado momento le dije que tenía el sudor más delicioso que había probado.

Ella se río de mi exageración y me dijo: — Quizá también te guste el de tus empleados. Deberías pagarles un poco más.

Esa frase me obligó a poner los pies sobre la tierra, sacándome del clima erótico en el que me encontraba.

Es cierto que el dinero y el sudor tienen un vínculo asociativo bastante fuerte y ahora me pregunto: Nuestro fanatismo por los antisudorales ¿no estará indicando que nos llevamos mal con esa segregación tan vinculada al trabajo y al dinero?

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13 comentarios:

Jessica dijo...

Sudar fuera de un gimnasio es down.

Arlette Cruz dijo...

Qué loco! pero está bien, el asco es algo que nos aparta de algo que deseamos pero no deberías desear. Resumo su idea "los antisudorales generan pobreza".

Repito, que loco no?

Saludos a todas y a todos.

Priscila dijo...

El estómago de las prostitutas y de las enfermeras es envidiable. Dejando de lado la triste condición social de las primeras, poseen una fortaleza que nos beneficiaría a muchos.

Clarisa dijo...

Las cosas más lindas las decimos en estado de apasionamiento.

Sebastián dijo...

Q corta mambo esa mujer!

Marta dijo...

Puede que tenga razón, pero curiosamente los que conviven a gusto con el olor a sudor por lo general no son acaudalados.

Néstor dijo...

odio las frases fuera de contexto

Mirna Travieso dijo...

El pan se gana con el sudor de la frente y ese no tiene mal olor.

Diego dijo...

No entiendo, la mina era empleada suya?

María dijo...

Lo que ud dijo no fue una exageración, era lo que de verdad estaba sintiendo.

Mª Eugenia dijo...

¿Cómo es el sexo psicótico?

Sarita dijo...

Era de esperar que si le escamoteaba con el hotel, también le pagara mal a los empleados.

Martín dijo...

Me hizo acordar de un romance que tuve con la profesora de Ciencias Políticas. Una frase así habría sido típica de ella...¡no estaremos hablando de la misma persona! Eso sí que sería casualidad.