Textos pequeños pero concentrados.
Usted está ahí cuando habla porque se la juega. No se preocupe si por ahora no es buen orador.
Es fácil ser buen orador si lo que se busca es sólamente seducir al público. Es difícil cuando se tienen cosas para decir.
El mejor orador del mundo fue Jesús. Sedujo y se la jugó.
Parece que para ser buen orador hay que jugársela. Qué espíritu de sacrificio tan extaño!
Marcia, no le encuentro mucho interés al tema de convertirse en orador si no tenés nada que decir.
Los buenos oradores son los que disfrutan hablando ante el público; esa es condición indispensable.
Para ser buen orador no hay que taparse la cara. Hay que mostrarla de frente y de perfil, sin miedo a mostrar el peor perfil.
El mejor orador del mundo se arrodilla frente a su público.
Alberto, ¿vos decís que debe tener una actitud sumisa y decir lo que el público quiere oir?.
No, yo lo que digo es que debe adorar a su público, amarlo, sentirlo su igual, saberlo tan torpe e inteligente como lo es él mismo.
Yo sería la mejor, si no hubiera pensado siempre que la mejor era mi hermana.
Sé hablar sin estar ahí. Hablo, hablamos, nos contestamos y nos reímos. Los demás piensan que yo no estoy ahí. Nada más lejos de la realidad. Ahí es donde estoy yo.
Para que yo sea la mejor, otro tendra que ser el peor. Eso a mí no me gusta. Sé que en otro momento el lugar de la peor me va a tocar a mí.
En el mundo, si no fuera por los buenos oradores, las palabras serían más escurridizas.
¿Probó brindar una conferencia virtual?
Si no fuera porque tengo que estar siempre... sería el mejor orador.Soy lo que se dice un hombre de acción.
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16 comentarios:
Usted está ahí cuando habla porque se la juega. No se preocupe si por ahora no es buen orador.
Es fácil ser buen orador si lo que se busca es sólamente seducir al público. Es difícil cuando se tienen cosas para decir.
El mejor orador del mundo fue Jesús. Sedujo y se la jugó.
Parece que para ser buen orador hay que jugársela. Qué espíritu de sacrificio tan extaño!
Marcia, no le encuentro mucho interés al tema de convertirse en orador si no tenés nada que decir.
Los buenos oradores son los que disfrutan hablando ante el público; esa es condición indispensable.
Para ser buen orador no hay que taparse la cara. Hay que mostrarla de frente y de perfil, sin miedo a mostrar el peor perfil.
El mejor orador del mundo se arrodilla frente a su público.
Alberto, ¿vos decís que debe tener una actitud sumisa y decir lo que el público quiere oir?.
No, yo lo que digo es que debe adorar a su público, amarlo, sentirlo su igual, saberlo tan torpe e inteligente como lo es él mismo.
Yo sería la mejor, si no hubiera pensado siempre que la mejor era mi hermana.
Sé hablar sin estar ahí. Hablo, hablamos, nos contestamos y nos reímos. Los demás piensan que yo no estoy ahí. Nada más lejos de la realidad. Ahí es donde estoy yo.
Para que yo sea la mejor, otro tendra que ser el peor. Eso a mí no me gusta. Sé que en otro momento el lugar de la peor me va a tocar a mí.
En el mundo, si no fuera por los buenos oradores, las palabras serían más escurridizas.
¿Probó brindar una conferencia virtual?
Si no fuera porque tengo que estar siempre... sería el mejor orador.
Soy lo que se dice un hombre de acción.
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