domingo, 17 de junio de 2012

Cómo cada uno satisface sus necesidades y deseos



Las clases socio-económicas pueden describirse teniendo en cuenta la cantidad de recursos que necesitan para satisfacer sus necesidades y deseos.

Es posible pensar que la mayoría de los seres humanos deja de producir cuando tiene lo que necesita y desea.

No es posible saber cuántas personas no son ricas porque no tienen ganas de serlo.

Son las necesidades y los deseos insatisfechos los que alientan la productividad, el ahorro y el enriquecimiento.

Sin embargo, algunas personas con rasgos similares a la bulimia, una vez que han logrado dar plena satisfacción a sus necesidades y deseos, continúan buscando más y más recursos.

Los artículos que integran este blog aluden a la «pobreza patológica», entendiendo por tal aquella que no está dentro de los objetivos de quien la tiene y contra la que lucha infructuosamente.

Es posible hablar de «riqueza patológica» (1).

Efectivamente, así como los bulímicos son personas que no logran saciar su hambre, es posible suponer que los ricos son personas que no logran dar satisfacción a las necesidades y deseos que se satisfacen con dinero.

En una visión panorámica de nuestra especie, podemos observar que existe:

— Un grupo mayoritario de personas pobres cuya calidad de vida requiere que las necesidades y los deseos se mantengan moderadamente satisfechos;

— Un grupo minoritario de personas ricas, demanda exactamente lo contrario al anterior pues necesitan que las necesidades y los deseos sean satisfechos con inmediatez, con recursos excesivos y hasta sobreabundantes. Parte del plus que necesitan lo gastan en exaltar publicitariamente sus propias virtudes pues también son bulímicos consumidores de aprobación, prestigio, poder, figuración, ostentación, lujo;

— La clase media está compuesta por personas que paran de producir cuando tienen lo suficiente. Respecto a la satisfacción de sus necesidades y deseos poseen una actitud equidistante entre los pobres y los ricos.

 
 

8 comentarios:

Javier dijo...

Existe un grupo considerable de personas pobres que padecen pobreza patológica. Buscan lo que desean o necesitan de manera inmediata. No lo hacen mediante el trabajo, el ahorro, el esfuerzo. Roban. No pueden esperar y/o no pueden trabajar (salvo en esto de delinquir). Algunos jóvenes y también algunos adultos, son capaces de matar por un par de championes (zapatillas). ¿Por qué llegan a matar? Podemos plantearnos hipótesis: podría ser porque odian a quien tiene lo que ellos no tienen. Porque eso que el otro tiene es demasiado importante como para que yo no lo tenga. Porque ese otro me hace sentir impotente: él puede lograrlo y yo no.

Gabriela dijo...

Continuando con el pensamiento de Javier, creo que las personas que tienen esas conductas viven en una sociedad que valora el tener más que el ser.
Por otro lado están las metáforas escondidas detrás de ese objeto que el otro tiene. Quien posee dinero, ropa costosa, auto, es alguien que ha sido amado. Podemos suponer que tiene todas esas cosas porque antes tuvo un hogar, educación, estudios, comida, calor, apoyo. El que tuvo todo eso está incluído en la sociedad dentro de un grupo privilegiado. Quien no lo tuvo, si bien puede estar incluído, se siente excluído del grupo favorecido. ¨¿Por qué?¨- podrá pensar. ¨¿Qué culpa tengo, qué culpa debo pagar?¨. ¨Si tengo alguna culpa que pagar, debo hacer todo lo posible por ir a la cárcel¨.

Elena dijo...

Sentir que uno no ha sido amado, puede llevarnos a pensar que hemos hecho algo muy malo y que merecemos castigo. Creemos que todo efecto proviene de una causa. De pronto nos sentimos amados por nuestra madre, pero la otra madre, la madre sociedad, nos ha castigado mucho. Nos mira y parece decirnos: ¨eres despreciable¨.

Alba dijo...

Dentro de ese grupo minoritario de personas ricas, hay un subgrupo que se siente desolado. No puede llenarse, se siente vacío y lleno de miedo. Hace intentos sobrehumanos por tapar esa falta y siente que nunca termina de lograrlo, ni siquiera lo suficiente como para mantener cierta paz.

Oliverio dijo...

Por suerte nunca llegamos a tener lo suficiente. Eso nos dejaría postrados. No podríamos seguir creando, buscando, alimentándonos, creciendo. Este estado de búsqueda puede ser placentero y vivificante, o puede ser agotador, agobiante, angustioso.

Luis dijo...

Algunos ricos creen que sus necesidades se cubren casi todas con dinero. Mientras esta creencia sigue instalada, no pueden buscar lo que realmente necesitan.

Lucas dijo...

El que lucha infructuosamente contra la pobreza y no logra resultados, para mí que se está haciendo trampa. Hay algo que no le permite salir de la situación, porque sería mucho peor lograrlo que no lograrlo.

Mariana dijo...

Pensando en lo que dice Lucas, creo que esas personas que padecen pobreza patológica, necesitan sufrir, esforzarse y fracasar. Inconscientemente necesitan eso, creen merecer eso o piensan que esa es la única forma de ser virtuosos.