La
generosidad de los discursos filantrópicos aumenta cuando lo que se reparten son
bienes ajenos.
12 comentarios:
Gabriela
dijo...
¨Tu amor crece cuando me escuchas¨. Esta es la frase que encabeza un librito artesanal hecho en el Centro Diurnos Sayago, un centro para pacientes psiquiátricos. La frase es de uno de los pacientes.
12 comentarios:
¨Tu amor crece cuando me escuchas¨.
Esta es la frase que encabeza un librito artesanal hecho en el Centro Diurnos Sayago, un centro para pacientes psiquiátricos. La frase es de uno de los pacientes.
¿Bienes ajenos? ¿De quién son los bienes? ¿Cuando tu vienes yo ya me fui?
Vienes un viernes con sed de venganza y te retiras un jueves.
La generosidad empieza por uno mismo. Hay que tener la suficiente generosidad como para desear conocerse.
Los discursos filantrópicos nunca empiezan en los trópicos.
Dicen que el Trópico de Cáncer anda bastante jodido.
Los bienes ajenos disminuyen cuando aumentan los discursos filantrópicos.
La generosidad es un género de extraña textura. Algo áspero, aunque en apariencia es suave. Muy liviano, aunque parece abrigado.
El que parte y reparte se lleva la mejor parte.
Así que yo parto de aquí
hacia otra parte.
Ajeno a mí
mi bien.
Ajena a mi
dulce muchacha.
La generosidad es de osos odiosos. Esos dioses u osos que te ocaban tu oquedad.
Esto es joda!!! De qué diablos están hablando. ¿Podrían por favor ser un poquito menos herméticos?
jajajajajja!!!!
Un ja que extendió con la boca abierta su A por todo el universo.
Aún se siente el eco de su risa.
Yo reparto lo que me tocó en suerte.
Publicar un comentario