Las leyes que nos ponemos, no nos las ponen, no nos son dictadas, ni declaradas ni archivadas. Nos las ponemos nosotros mismos y le prestamos al Poder Legislativo, la mano que escribe.
Mi hijo de 15 años dice que no tiene miedo. Que nada lo atemoriza. Ni siquiera las patotas que le pueden sacar las bases, su bien más preciado. ¨Los bajo de un piñazo¨, afirma. Los adultos reaccionamos igual. A la violencia respondemos con violencia. Y la violencia sigue lo más campante.
Las personas honestas tenemos códigos. Las deshonestas también. A los delincuentes les aplican el código penal. A los honestos les aplican el temor al código penal. Pena que los delincuentes no le teman al código penal...
No permito que el código penal me atemorice. Si dejo que lo haga, me verán explotar. Si dejo que el código penal me atemorice, terminará de rellenarme con miedo.
Si el código penal he aceptado no es por ser pájaro de mal agüero. Si el código penal he aceptado es por ser hijo del traicionero; el traicionero hijo de puta que me metió en el desfiladeeeero.
14 comentarios:
Que bajen la edad de imputabilidad a mí no me atemoriza. Espero que atemorice a los jovencitos.
Creo que atemoriza a la jovencita que hay en vos.
Las leyes que nos ponemos, no nos las ponen, no nos son dictadas, ni declaradas ni archivadas. Nos las ponemos nosotros mismos y le prestamos al Poder Legislativo, la mano que escribe.
O sea que la población honesta no es tan honesta...
La mayoría sólo acepta, lo que PUEDE aceptar.
Mi hijo de 15 años dice que no tiene miedo. Que nada lo atemoriza. Ni siquiera las patotas que le pueden sacar las bases, su bien más preciado. ¨Los bajo de un piñazo¨, afirma.
Los adultos reaccionamos igual. A la violencia respondemos con violencia. Y la violencia sigue lo más campante.
Las personas honestas tenemos códigos. Las deshonestas también. A los delincuentes les aplican el código penal. A los honestos les aplican el temor al código penal.
Pena que los delincuentes no le teman al código penal...
Estamos atemorizados por los delincuentes. Las personas deshonestas nos tienen fuera de cuidado.
La mayoría acepta cualquier cosa. Cualquier código penal, cualquier imposición, cualquier norma.
Lo importante es no pensar.
No permito que el código penal me atemorice. Si dejo que lo haga, me verán explotar.
Si dejo que el código penal me atemorice, terminará de rellenarme con miedo.
Cuando dije ¨sí, acepto¨; el código civil y el penal me cayeron los dos encima de la cabeza.
Pero te casaste...
Sí claro. Ahora estoy embargada en la búsqueda de una máquina para retroceder en el tiempo.
Si el código penal he aceptado
no es por ser pájaro de mal agüero.
Si el código penal he aceptado
es por ser hijo del traicionero;
el traicionero hijo de puta
que me metió en el desfiladeeeero.
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