viernes, 27 de abril de 2012

Significante Nº 1.174


Algunos cónyuges provocan riñas y disputas para refrescar la sensación de que el otro todavía lo acompaña.

9 comentarios:

Filisbino dijo...

No se puede negar que es una apasionada forma de relacionarse...

Yoel dijo...

La mayor utilidad que tienen las riñas y disputas es apelar a ellas para divorciarse rápido.

Blanca dijo...

Hay formas de acompañarse que son peores a estar solo. Cuando el otro nos acompaña por deber moral, por lástima, o por conveniencias que no se vinculan al amor.

Luis dijo...

Está bien que aclares, Blanca, que te referís a las conveniencias que NO se vinculan al amor. Porque podría aventurar que siempre hacemos lo que nos conviene. Es nuestro inconsciente el que decide en última instancia. A veces nos convienen conductas que desde el sentido común, parecen disparatadas o autodestructivas.

Mª Eugenia dijo...

¿Y cuáles serían las conveniencias vinculadas al amor?

Blanca dijo...

Por ej: me conviene dar amor para recibirlo, me conviene ayudar para gratificarme sintiéndome buena o mejor que los otros, me sirve ser generosa para que luego sean generosos conmigo.

Tiago dijo...

Pelear por deporte es divertido. Sirve para entretenerse y medir fuerzas. Yo me peleo con mucho cariño.

Alfredo dijo...

En las peleas puede haber empate o puede que uno gane y otro pierda. En una pareja, si siempre hay empate, no se llega a ningún lado. Si gana o pierde siempre el mismo, la situación se vuelve insostenible.

Tiago dijo...

Después de una discusión, se activa la circulación, uno se siente revitalizado, con ganas de ir para adelante.
Aunque a veces no. A veces te dan ganas de destruir al otro de la forma más violenta, y como no podés, porque reprimís la furia, entonces caes en un bajón que te inmoviliza.