domingo, 1 de abril de 2012

Los robos y la envidia

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Los ladrones nos irritan porque les envidiamos (1) que no hagan el esfuerzo que hacemos los «honestos» para no robar.

Todos queremos saber las causas de lo que nos molesta y tenemos una mínima curiosidad por conocer las causas de lo que nos beneficia.

De esta dualidad de criterios podemos inferir que el cerebro entiende que el conocimiento nos da poder (dominio, control) sobre lo que nos perjudica mientras que podría traernos mala suerte enterarnos cómo funcionan las circunstancias favorables.

Sobre este último punto recordemos el mito bíblico según el cual Adán y Eva tenían libertad de hacer lo que quisieran excepto comer los frutos del árbol del conocimiento: «Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás» (Génesis, 2:17).

Por la gravedad del castigo debemos suponer que nos trae mala suerte «saber», «conocer», «investigar».

Como los ladrones nos molestan, querríamos saber por qué roban para controlarlos, dominarlos, neutralizarlos para siempre.

Esta curiosidad se agrega a la larga lista de cosas que no sabemos, no entendemos y que hace milenios que ignoramos.

Mucho antes de que la humanidad se enterara por qué llueve, las viviendas ya tenían techo y habíamos inventado vestimentas impermeables.

Por lo tanto es más inteligente hacer lo que podemos aunque no sepamos por qué tenemos que hacerlo.

En este caso ya hemos inventado las cerraduras, los vallados, las alarmas, el derecho penal, la policía, las cárceles y seguimos esperando alguna explicación de por qué tenemos que soportar que algunos semejantes nos roben lo que es nuestro.

Desde mi punto de vista los humanos no tenemos noción de propiedad ajena (2) pero igual hacemos el esfuerzo por no robar y nos ponemos furiosos de envidia cuando vemos que otros no hacen ese esfuerzo.

(1) Envidiamos a los ladrones 

Solo una reja marca la diferencia

(2) ¿Corresponde «restituirle» los bienes a los pobres?

Sanciones económicas para delitos económicos

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7 comentarios:

Silvana dijo...

Es verdad! No buscamos las causas de lo que nos beneficia y nos perdemos de repetir situaciones que nos harían bien.

Marcos dijo...

Nos ponemos furiosos de envida de que otros consigan las cosas sin esfuerzo.

Alberto dijo...

No creo que los ladrones roben sin esfuerzo, además corren grandes riesgos. Lo que quiero decir es que robar no les sale gratis, pero los que no estamos en eso no nos damos cuenta.

Rosa dijo...

Supongo que no estarás defendiendo a los ladrones!! Ahora resulta que se atiende más a los victimarios que a las víctimas.

Alberto dijo...

No defiendo, sólo trato de pensar.
No olvides que ellos también son víctimas.

Gastón dijo...

Cuando nos reprimimos y vemos que el otro no se reprime, sentimos furia. Quizás ese sea uno de los motivos por los que resulta tan insoportable que la pareja nos sea infiel.

Irene dijo...

Básicamente suponemos que los ladrones son psicópatas (sin respeto a la ley e incapaces de sentir culpa), o que roban por necesidad, o que son ¨malnacidos¨ (que heredaron la maldad). Sin embargo a todos les damos el mismo trato. Y los esfuerzos que se hacen para rehabilitar son más que insuficientes. También se dice que el psicópata es imposible de rehabilitar. Y si vamos a la pobreza como causa, bien sabemos lo difícil que es ir eliminando la pobreza. En cuanto a lo de malnacidos, es un término del que no se sabe bien qué se quiere decir.
Entonces estamos ante una situación muy complicada. Que perjudica a muchísimas personas. Y hemos avanzado poco porque sólo atinamos a reprimir.