domingo, 8 de abril de 2012

El temor a ser estafados

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El temor a ser estafados limita nuestra capacidad de correr riesgos rentables, no solamente para evitar pérdidas económicas sino sobre todo para evitar sentirnos humillados.

Aunque estoy volviéndome experto en describir nuestro funcionamiento psíquico más cotidiano, les cuento, a quienes suelen malinterpretarme, que DESCRIBIR NO ES ACUSAR.

Esta asociación forma parte de nuestra cultura, pero ahora sí, la describo para condenarla: NO ES CIERTO QUE DESCRIBIR IMPLIQUE ACUSAR.

Tan es así que yo mismo soy usuario de lo que describo: niego algunas realidades (no sé cuáles precisamente porque las niego), tengo sueños, tengo esperanza, amo al ser humano a pesar de describirlo como algo patético, débil y arrogante.

Un sueño puede ser que un día Bill Gates me llame para decirme en su pésimo castellano: «Fernando, te pago un millón de dólares si me das la fórmula para duplicar mi patrimonio».

Bromas aparte, les comento algo que puede frenarnos a quienes querríamos progresar económicamente y no podemos, por ejemplo, porque somos demasiado desconfiados y evitamos correr el riesgo de ser estafados.

Recurro una vez más a mi único libro de cabecera: El Diccionario de la Real Academia Española.

Las definiciones de la palabra «estafa» (1), son:
Estafa
1. f. Acción y efecto de estafar.
2. f. Der. Delito consistente en provocar un perjuicio patrimonial a alguien mediante engaño y con ánimo de lucro.
3. f. germ. Cosa que el ladrón da al rufián.

Estafa
(Del it. staffa, estribo).
1. f. Estribo del jinete.

Si leemos atentamente, observaremos que la primera acepción es la que todos conocemos, pero la segunda incluye un dato interesante.

Si «estafa» es «estribo», es decir: pieza en los arreos donde el jinete pone el pie para treparse al caballo, quizá nuestro temor a ser estafados sea en realidad temor a que nos pisen, ... pisoteen, humillen, agravien.

(1) Diccionario de la Real Academia Española – definición de «estafa»

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15 comentarios:

Olga dijo...

Por no correr esos riesgos a veces nos perdemos de vivir grandes cosas.

la payadora dijo...

Yo me siento acusada
y me da en la matadura,
yo me siento manoseada
y la vida es muy dura
si usted con sus descripciones
recién me desayuna.

Susana dijo...

Describir implica expulsar.
A mi me expulsa de todas mis creencias suaves y confortables!

Fulgencio dijo...

Muy a cuento su artículo por estas fechas.

Evangelina dijo...

Su único libro de cabecera debería ser la Biblia. Ahí en lugar de encontrar la definición de estafa, encontraría el sentido de la vida.

Fulgencio dijo...

Se me olvidaba decirle algo compañero. El jinete no maltrata ni pisotea al potro. Los caballos de las jineteadas son los que llevan la mejor vida. Sólo se los monta durante 8 segundos. Así que no lo use como ejemplo para hablar de la humillación. Las cosas claritas, Don.

Dalton dijo...

Pensaba que ladrón y rufián era la misma cosa, pero busqué y resulta que el rufián roba estafando. Específicamente esa es su forma de robar.

Mirna dijo...

No entiendo por qué quienes se sienten tocados por sus descripciones, no lo aprovechan en beneficio propio para intentar un cambio, o al menos conocerse más. No, por el contrario, usted nos cuenta que se enojan porque creen que se los acusa. Entonces no entendieron nada, porque el psicoanálisis nunca apunta a la acusación. De qué nos va a acusar esta corriente psicológica, si nos describe desde el determinismo!

Natalia dijo...

Hoy soñé que todos huían de algo que parecía ser una catástrofe, pero yo, con dos amigas, corría en sentido contrario y veía paisajes hermosos, pero que tenían la particularidad de parecerse más a pinturas que a paisajes reales. Incluso se veían las pinceladas, por ej en los troncos de los árboles.
Moraleja: si lees a Fernando puedes estar yendo contracorriente, pero verás paisajes hermosos, aunque nunca tendrás la certeza de que sean reales. En cambio, quien sigue la corriente, puede que avance más rápido y que la realidad que ve no le despierte ninguna duda, sin embargo corre un gran riesgo: puede que esté huyendo.

Cecilia dijo...

Si me describen como una persona mala me siento acusada. Por el contrario, si me describen como buena, más de descripta, me siento halagada.

Mª Eugenia dijo...

¿Cómo es ser usuario de uno mismo?

Alberto dijo...

Es verdad que es imposible saber lo que uno niega. Cuando mi analista me señala que estoy negando algo, yo siento una gran desesperanza. ¿Qué puedo hacer si lo niego? Pero me explicaron que el hecho de que otro me lo diga, me ayuda a que algo se mueva en mi psiquismo, aunque yo no me entere.

Nolo dijo...

El temor a ser estafados es miedo a que te monten -para decirlo mal y pronto-

Aguas Dulces dijo...

Fulgencio conoce poco de jineteadas.. Yo sí conozco, y no es como él dice. Se los maltrata a los caballos en jineteadas y mucho. Por ejemplo, cuando están por ser montados, para que se enojen y parezacn más bravos, les fortan pimienta/ají en la boca.

pao dijo...

Poderoso es el fracaso