Claro, hubo una época en la que después de mucho esfuerzo, después de soportar golpes y caídas, al final levantabas cabeza y llegabas a la cima. Ahora la metáfora no es tan así, del tipo 'montaña', sino más bien es montaña rusa, con bajadas y subidas abruptas, giros y picadas.
Al final resurgía de las cenizas, todo envuelto en sangre y machucones, sudado, monstruoso, hasta medio atontado a veces. Espero que haya ganado buena plata, al menos.
10 comentarios:
Ese boxeador fingía para sorprender.
Es de persona inteligente, guardar energía para el final.
A veces nos dejamos pegar hasta que al final reventamos y acabamos con todo.
Claro, hubo una época en la que después de mucho esfuerzo, después de soportar golpes y caídas, al final levantabas cabeza y llegabas a la cima.
Ahora la metáfora no es tan así, del tipo 'montaña', sino más bien es montaña rusa, con bajadas y subidas abruptas, giros y picadas.
El estilo del boxeador que ud menciona, genera mucha emoción en el público.
Prefiero a los que te masacran lento y parejo hasta llegar al golpe final.
Yo no les llamo adversarios. Son mis compañeros deportistas del otro equipo.
Al final resurgía de las cenizas, todo envuelto en sangre y machucones, sudado, monstruoso, hasta medio atontado a veces.
Espero que haya ganado buena plata, al menos.
Y sí... hay distintas maneras de administrar los golpes.
Se conocía a si mismo y lo sabía: su motor más poderoso era la venganza.
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