Así como los días de lluvia tienen su encanto, yo tengo el mío. Ahora mi encanto está en casa, y cuando llegue del trabajo me espera con tortas fritas.
Que cuando gira la Tierra los árboles no caigan, eso lo puedo entender, para algo tienen raíces. Lo que no me entra en la cabeza es como no se vuela la lluvia.
10 comentarios:
Te vi en el charco,
entonces te miré.
Me vi en tus ojos,
entonces me escapé.
Jamás pongo pretextos.
Camino sobre los charcos olímpicamente.
Bien que en lugar de barro, lo que vemos en la foto podría ser una tabla gastada, a través de la cual vemos el inicio de un mundo patas para arriba.
Así como los días de lluvia tienen su encanto, yo tengo el mío.
Ahora mi encanto está en casa, y cuando llegue del trabajo me espera con tortas fritas.
Es frecuente que buscando evitar una cosa, terminemos encontrando otras. La vida te da sorpresas.
Que cuando gira la Tierra los árboles no caigan, eso lo puedo entender, para algo tienen raíces. Lo que no me entra en la cabeza es como no se vuela la lluvia.
Desde que inventaron los focos de luz, la lluvia de la noche se siente más protagonista.
Se les llama charcos a las crías de la laguna que no sobrevivirán.
Los días de lluvia canto, con el pretexto de evitar las lágrimas.
Rucio, que era un asno pero no era burro, le susurró a Rocinante: "tu amo te mira, evita los charcos!"
Publicar un comentario