miércoles, 16 de febrero de 2011

Significante Nº 844

La iglesia tuvo que donar su campana cuando llegó un hechicero que hacía curaciones milagrosas con un brebaje que incluía limadura de ese bronce.

10 comentarios:

Luján dijo...

Qué cosa la gente tan pragmática! siempre aferrada a los resultados!

Lucas dijo...

El hechicero la tenía clara. Sabía como minar el poder de la iglesia.

Yoel dijo...

A partir de la intervención de ese hechicero, comenzó el gusto por la piel bronceada.

López dijo...

Para que una iglesia done su campana, la cosa tiene que haber estado brava.

Mariana dijo...

Cuentan que cuando los ángeles fueron a tocar la campana y vieron que no estaba, empezaron a buscar al ladrón. A cada sospechoso le tiraban un flechazo con el arco y las flechas que les había prestado Cupido. Todo eso sucedió un 14 de febrero.

Joe Black dijo...

En realidad el hechicero se vio obligado a modificar la receta de su brebaje. En un principio incluía carne de cura, pero eso al pueblo le pareció demasiado fuerte.

Tiago dijo...

Lo curioso es que la gente del pueblo aún seguía sintiendo sonar las campanas llamando a misa.

(era una gravación que ponían los curas a todo trapo, con parlantes en la torre; ellos no se rinden tan fácil)

Maruja dijo...

No es así, Tiago. La gente seguía oyendo las campanas porque el oído había quedado como enviciado.

Norton dijo...

Una de las curaciones del hechicero consistió en devolverles la capacidad de pecar a todos los hombres.
La verdad, creo que las mujeres no estaban incluídas.

Teobaldo dijo...

Si la campana hubiese sido de oro, se armaba una guerra civil.