sábado, 19 de febrero de 2011

Homicidio con balas de oro

Quien no nos necesita, no puede amarnos porque el amor surge de la necesidad.

«Eres muy generoso Martín, pero mi vida a tu lado no tiene sentido. Me aburro. Cuando me levanto cada mañana, sé que me queda por delante un angustiante vacío hasta que un potente psicofármaco me desmaye después de la cena.

«Tú cumples con todos mis sueños. Quería un hombre bueno, comprensivo, compañero, trabajador, proveedor, que no me sometiera a carencias desconocidas por mí cuando vivía con mis padres. ¡Eres excelente!

«Me angustia tratarte así porque no te lo mereces. Mi madre dice que estoy rematadamente loca, mi padre dice que no sé lo que quiero, que soy una histérica insoportable. Mis tías dicen que Dios me va a castigar por ser tan injusta contigo, por no saber valorar todo lo que haces por mi y nuestros hijos. Ninguna amiga me aprueba y te defienden.

«Tu gastas mucho dinero para que mi psicoanalista me diga que debo dejarte. Todo parece un sinsentido. Ella insiste con que la bondad no es una virtud sino una irresponsabilidad. Creo que tiene razón cuando me dice que saturar mis deseos y necesidades no hace otra cosa que anularme, quitarme la razón de existir, que estás usando tu capacidad económica para ahogar lo único que nos hace vivir sin caer en un pozo depresivo: la necesidad real de luchar juntos para sobrevivir.

«Es muy claro como ella lo dice y yo estoy de acuerdo: soy una prostituta de lujo. Necesitas de mí lo único que puede darte cualquiera: un cuerpo que responde adecuadamente a los costosos tratamientos de belleza.

«Me equivoqué Martín, quiero divorciarme de tí y estoy segura de que tu deberías rever tu filosofía de vida. Todos necesitamos ser necesitados y tu nunca necesitas ni deseas nada de nadie.»

Artículo vinculado:

Necesito que me necesites

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11 comentarios:

Iris dijo...

Hombres y mujeres nos necesitamos, pero quizás las mujeres necesiten por al hombre por más tiempo.

Armando dijo...

El amor hacia mi pareja me lo planteo para toda la vida. Después se verá si ese deseo se logra cumplir. No estoy de acuerdo con los que plantean que todo tiene un final.

Canducha dijo...

A la chica no la apoya nadie. Lo primero que va a tener que hacer es cambiar de amigas.

Celeste dijo...

Después de ese discurso Martín debe haberse sentido terrible! Esa mujer no tiene corazón y nació aburrida.

Cacho dijo...

No les sirve nada. Capaz que si el tipo era jodido, la mina no se aburría tanto.

Alberto dijo...

Este relato nos deja una eseñanza importante: jamás pagues el psicoanalista de tu mujer.

Norton dijo...

El problema del personaje femenino es que no tiene vida propia. Supone que su compañero está para hacerle la vida agradable. Si el vacío la sigue desde que se levanta hasta que se acuesta, el análisis aún no ha dado resultados, porque ella se encuentra cursando una depresión profunda. Cree que separándose del marido solucionará sus conflictos.

Tiago dijo...

Para aburrirse, se aburre de lujo... bah, quien sabe, tampoco debe ser buena forma de aburrirse estar todo el día en la paja.

Nelly dijo...

Me pregunto qué pensarán los hijos.

Magdalena dijo...

Pobre Martín.
Él es la excepción que confirma la regla.

Tatiana dijo...

La necesidad real es luchar para sobrevivir, y la necesidad de los príncipes es escaparse del círculo real.