A mí me pasó algo parecido a lo de Hugo, pero no desarrollé pornofobia. Lo que me pasó fue que durante muchos años todos mis novios me parecieron una nadita.
Mi viejo fue un gran tipo. Me crió a mí y a mis 5 hermanos completamente solo. Hacía de madre, de padre, de tío y de abuelo. Quizás cometió algunos errores, pero estos no empalidecen su heroica labor. Recuerdo que para despertarnos a la mañana, ponía el canal de sexo explícito a todo volúmen. Así tomábamos el Vascolet y comíamos las tostadas con manteca antes de ir al cole. De lo contrario el desayuno nunca habría sido posible y habríamos llegado dormidos para la clase de matemáticas que teníamos habitualmente a primera hora.
El éxito puede desequilibrar a un adulto tanto como la pornografía a un niño.
12 comentarios:
Nunca supe bien q perjudica el sexo explícito a los niños.
Me parece que los niños recepcionan lo que entienden, si no entienden lo que ven, preguntan y si nadie les contesta, se olvidan.
La pornografía desequilibra a los niños porque aún no descubrieron el doble discurso de la sociedad en la que viven.
Si usa el término "desiquilibrar" como sinónimo de "exitar", estamos de acuerdo.
Mi éxito me dio a pensar en que soy un superdotado global. Después entendí que mi éxito se debe a dotes muy localizadas.
La primera vez que conseguí una Play Boy, lo que se desiquilibró fue la casita del árbol!
Venía caminando por la cuerda floja, y cuando tuve éxito me fui al carajo!
El éxito fue mi puerta "exit" de la cordura.
En casa había tantas revistas porno de mis hermanos mayores que crecí con un mal que los pediatras llamaron pornofobia.
A mí me pasó algo parecido a lo de Hugo, pero no desarrollé pornofobia. Lo que me pasó fue que durante muchos años todos mis novios me parecieron una nadita.
Mi viejo fue un gran tipo. Me crió a mí y a mis 5 hermanos completamente solo. Hacía de madre, de padre, de tío y de abuelo. Quizás cometió algunos errores, pero estos no empalidecen su heroica labor. Recuerdo que para despertarnos a la mañana, ponía el canal de sexo explícito a todo volúmen. Así tomábamos el Vascolet y comíamos las tostadas con manteca antes de ir al cole. De lo contrario el desayuno nunca habría sido posible y habríamos llegado dormidos para la clase de matemáticas que teníamos habitualmente a primera hora.
El éxito que yo desearía tener es pornográfico.
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