Se imagina si una noche ud va caminando cabizbaja y meditabunda. Tiene necesidad de hablar con alguien pero la calle está desierta y hace un frío de pelarse. Entonces de pronto allá a lo lejos ve la figura de un caballero, compuesto y bien vestido, que está sentado solo mirando la luna. Inmediatamente ud piensa "esta es la oreja que yo necesito, es indudable que se trata de un hombre sensible que padece insomnio igual que yo". Con precaución se sienta a su lado y comienza a hablar. Ud tiene mucha necesidad de hablar, así que no repara en el mutismo del caballero, lo toma como un signo de respeto, de profunda escucha. Y así está ud media hora hablando sola hasta que en un momento de emoción o de debilidad se atreve a tomarle la mano. La siente fría, muy fría, lo primero que pasa por su cabeza es que ese hombre está muerto y siente pavor, luego piensa que el hombre debe tener hipotermia y busca apurada su celular para llamar a la ambulancia pública. La ambulancia demora y ud ni siquiera se atreve a mirar al hombre. Cuando finalmente llegan los galenos, ud ve que los hombres se enfurecen. No entiende por qué. Ellos creen que ud les ha tomado el pelo, pero ud no entiende nada; es más, les explica a los médicos que ud estuvo hablando más de media hora con ese señor. Entonces los médicos se tiran una mirada cómplice y la invitan a subir a la ambulancia. Ud se niega, pide a gritos que atiendan al vecino, que ud se siente bien. Ellos hacen oídos sordos y la bajan en el Loquero más cercano. Cuando ud acaba de comprender la situación en su totalidad, cae en un pozo depresivo, del que ya no espera salir conversando con un desconocido.
11 comentarios:
Quienes se sientan al lado del hombre de bronce tienen alucinaciones auditivas con extrañas historias de su propia vida personal.
¡Son cosas que pasan y que la gente ignora!
y yo tengo un tallercito para reparar "leyendas urbanas". Estoy a las órdenes. jajaja
Y mire que disperdiciar la mitad de un banco con un muñeco de plomo!
Se imagina si una noche ud va caminando cabizbaja y meditabunda. Tiene necesidad de hablar con alguien pero la calle está desierta y hace un frío de pelarse. Entonces de pronto allá a lo lejos ve la figura de un caballero, compuesto y bien vestido, que está sentado solo mirando la luna. Inmediatamente ud piensa "esta es la oreja que yo necesito, es indudable que se trata de un hombre sensible que padece insomnio igual que yo". Con precaución se sienta a su lado y comienza a hablar. Ud tiene mucha necesidad de hablar, así que no repara en el mutismo del caballero, lo toma como un signo de respeto, de profunda escucha. Y así está ud media hora hablando sola hasta que en un momento de emoción o de debilidad se atreve a tomarle la mano. La siente fría, muy fría, lo primero que pasa por su cabeza es que ese hombre está muerto y siente pavor, luego piensa que el hombre debe tener hipotermia y busca apurada su celular para llamar a la ambulancia pública. La ambulancia demora y ud ni siquiera se atreve a mirar al hombre. Cuando finalmente llegan los galenos, ud ve que los hombres se enfurecen. No entiende por qué. Ellos creen que ud les ha tomado el pelo, pero ud no entiende nada; es más, les explica a los médicos que ud estuvo hablando más de media hora con ese señor. Entonces los médicos se tiran una mirada cómplice y la invitan a subir a la ambulancia. Ud se niega, pide a gritos que atiendan al vecino, que ud se siente bien. Ellos hacen oídos sordos y la bajan en el Loquero más cercano. Cuando ud acaba de comprender la situación en su totalidad, cae en un pozo depresivo, del que ya no espera salir conversando con un desconocido.
Hágalos salir a luz para que no se le pudran
Lábese el cerebelo con alcohol en gel!
Yo más bien veo que tiene una estatua en el frente de su casa.
Intente en convertirlos en un suceso rentable.
Hable con el griego Tomatos. Pueden serle de utilidad.
Para ser así se lo ve muy tranquilo.
Hágalos andar entonces, ya hay muchas estatuas.
Publicar un comentario