Hubo un presidente latinoamericano (Dr. Luis Alberto Lacalle – Uruguay – 1990-1995) que pronunció una frase muy ingeniosa, especialmente por las circunstancias en las que fue dicha.
En plena reivindicación salarial de los trabajadores del estado, él descalificó la pretensión sindical diciendo: «Ustedes hacen como que trabajan y yo hago como que les pago».
Hace siglos que las naciones tienen como una opción lo que en ciencias políticas se denomina estado de bienestar. Según esta filosofía, el estado o la sociedad deben asegurar a los ciudadanos que no sufrirán dificultades que entre todos puedan resolverse.
Los principales destinatarios del estado de bienestar son los pobres, los enfermos, los minusválidos, los niños, los ancianos.
Otra frase ingeniosa como la del presidente uruguayo viene a contrarrestar los posibles abusos de este gran sistema de protección. Ella dice: «Ante el vicio de pedir, el derecho de negar».
Ambas frases han tenido un poder de contención de los reclamos bastante parecido a los murallones y fosos con que los castillos se defendían de los eventuales conquistadores.
Lo que pretendo resaltar es que la eficacia de simples frases hechas de palabras se equipara a la eficacia de grandes muros hechos de piedra.
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15 comentarios:
"Es más temible una pluma que una espada".
¿Viene a cuento no?
Para los que no saben, por pluma debe entenderse lo que antes se usaba para escribir con tinta.
Fui yo quien dijo en mi familia: "Mejor no caer en la lengua de Esther (mi hermana)".
Dicen que la palabra es una espada de doble filo.
Ya no busco príncipes porque viven en castillos protegidos por grandes murallas y profundas fosas de palabras.
Lacalle metió en la misma bolsa a justos y pecadores.
¿Así que el estado de bienestar es una opción? ¿Y si no optan por ella quién los vota?
las murallas de palabras a veces provocan un muro de los lamentos
Pedir se vuelve un vicio y comer un suceso.
La propuesta de Lacalle estaba habilitando un gran festival de ñoquis!!
Soy una princesa atrapada detrás del foso y el murallón. ¡Vengan al rescate! Acepto plebeyos.
Y pensar que capaz que Lacalle repite...
¿Cómo es la cosa? Pedir es un vicio? ¿No era que el que no llora no mama?
Esas frases más que contención de los reclamos estaban provocando sublevación de los lacallos.
Margart Tatcher se hizo famosa porque quitó el Estado de Bienestar en Inglaterra y ahora hace años que padece Alzheimer.
Son clásicos (y mis predilectos) los juicios orales en el cine. Los mejores son inglesas.
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