No veo que sea una mínima expectativa que un tornillo encaje en una tuerca. Entre ambos se sostienen y hacen fuerza. No somos tan fuertes como para evitarlo.
La gente que me resulta maravillosa, ya no sigue un prototipo determinado como antes. Maravillosos son los que me producen el deseo de acercarme a ellos, conocerlos y compartir momentos. Y por suerte, ahora son todos distintos. Antes debían pertenecer a mi tribu.
12 comentarios:
Enamorarte del salario te lleva a desenamorarte de tu profesión, o al menos a descentrar tu atención de ella.
No veo que sea una mínima expectativa que un tornillo encaje en una tuerca. Entre ambos se sostienen y hacen fuerza.
No somos tan fuertes como para evitarlo.
Cierto que la violencia doméstica connota lo opuesto a violencia salvaje. ¡Qué trampita nos hicimos, eh!
El revolucionario que se enamora del poder termina solo y rodeado de chacales.
Si la felicidad dependiera de que otros estén peor, siempre encontraríamos motivos para estar felices.
Es muy cierto que no se puede amar la pobreza y combatirla al mismo tiempo. Se puede amar a los pobres, y así sí se podrá combatir la pobreza.
Todo ser humano es digno de amor, eso no depende de su posición económica.
Existe gente maravillosa... para mí esa gente será de un grupo, para ti de otro.
Muy cierto, los suicidios nos alarman porque todos tenemos o hemos tenido ¨ideas raras¨, sólo que la mayoría lo ocultamos.
Mi perro no se extravió, ni tampoco huyó. ¡Me lo robaron! Y me lo robaron porque es demasiado bello; como su dueño.
En cuanto a lo del tornillo y la tuerca, lo importante es que no se herrumbren de modo que siempre puedan girar.
La gente que me resulta maravillosa, ya no sigue un prototipo determinado como antes. Maravillosos son los que me producen el deseo de acercarme a ellos, conocerlos y compartir momentos. Y por suerte, ahora son todos distintos. Antes debían pertenecer a mi tribu.
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