Muchos tenemos expectativas desmesuradas con respecto a lo que consideramos una vida feliz. En ese sentido estoy de acuerdo en que ese error nos lleva a mayor disconformidad y sufrimiento.
Tengo un amigo que siempre me repite: nacimos para ser felices. Es una frase alentadora. A mí me sirve creer en ella porque me ayuda a detenerme cada vez que me doy cuenta que estoy sufriendo por tonterías.
Pedirle demasiado a la vida es para mí desear cosas materiales muy difíciles de conseguir porque implican un enorme gasto de energía en tiempo de trabajo. A menudo de trabajo ingrato.
De acuerdo con Oriente. Hay formas más placenteras de proporcionarse alegrías: juntarnos con nuestros seres queridos, desarrollar actividades que nos gustan, darnos tiempo para vivir sin estrés.
No siempre es posible vivir sin estrés. El multiempleo, estar a cargo de personas que dependen de nosotros, desarrollar tareas que nos obligan a un alto grado de eficacia, son todas situaciones que muchas veces no podemos diluir y descienden nuestra calidad de vida.
Para tener idea de todo lo que la vida nos puede dar hay que animarse a vivirla. Por lo tanto para ser feliz hay que tener consciencia de que el dolor estará en el camino.
12 comentarios:
Aceptar pasivamente los sufrimientos puede llevarnos a acostumbrarnos, sin necesidad -al menos aparente- a ellos.
Algunas personas necesitan de verdad, sufrir y mostrarse como sufrientes, para vivir.
Muchos tenemos expectativas desmesuradas con respecto a lo que consideramos una vida feliz. En ese sentido estoy de acuerdo en que ese error nos lleva a mayor disconformidad y sufrimiento.
Una vida feliz es la ilusión que te venden las novelas rosa, las películas románticas, y los finales poco creíbles de algunas historias.
Tengo un amigo que siempre me repite: nacimos para ser felices. Es una frase alentadora. A mí me sirve creer en ella porque me ayuda a detenerme cada vez que me doy cuenta que estoy sufriendo por tonterías.
Una cosa es estar mejor y otra ser feliz. Lo primero es menos ambicioso y más realista que lo segundo.
Cuando detectamos lo que nos proporciona alegría es útil buscar las formas de provocar las condiciones para que eso se repita.
Pedirle demasiado a la vida es para mí desear cosas materiales muy difíciles de conseguir porque implican un enorme gasto de energía en tiempo de trabajo. A menudo de trabajo ingrato.
De acuerdo con Oriente. Hay formas más placenteras de proporcionarse alegrías: juntarnos con nuestros seres queridos, desarrollar actividades que nos gustan, darnos tiempo para vivir sin estrés.
No siempre es posible vivir sin estrés. El multiempleo, estar a cargo de personas que dependen de nosotros, desarrollar tareas que nos obligan a un alto grado de eficacia, son todas situaciones que muchas veces no podemos diluir y descienden nuestra calidad de vida.
Los niños desean más allá del sentido de realidad. Y nuestro niño interior a menudo sale a la luz con la misma actitud.
Para tener idea de todo lo que la vida nos puede dar hay que animarse a vivirla. Por lo tanto para ser feliz hay que tener consciencia de que el dolor estará en el camino.
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