Las
sotanas tienen tantos botones para que las feligresas enamoradas tengan tiempo
de pensar si corresponde consumar la desnudez del clérigo.
6 comentarios:
Mabel
dijo...
Mientras escribo este comentario me aparece una ventanita preguntando: ¿quiere trabajar en casa? Nooooo. Pero si el trabajo consistiera en desabrochar determinados botones... sería otro asunto.
6 comentarios:
Mientras escribo este comentario me aparece una ventanita preguntando: ¿quiere trabajar en casa? Nooooo. Pero si el trabajo consistiera en desabrochar determinados botones... sería otro asunto.
Las sotanas funcionan como un atajo. Las levantás y chau.
Nada de levantarlas y chau. Demorarse en cada botón, mmmm!
Cuando el clérigo consuma su desnudez está con Dios.
Las feligresas tan pensativas terminan por desanimar al mejor de los clérigos.
Con sumar la desnudez del clérigo a la desnudez de una, ya alcanza.
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