lunes, 25 de febrero de 2013

Significante Nº 1.414

— Tú eres igual que los otros—, le dijo ella con desprecio, y él se alejó feliz con el diagnóstico de «normalidad».

11 comentarios:

Graciana dijo...

jajajaja!!!!!
Un hombre al que lo conformaba la mediocridad...

Chapita dijo...

Puede ser muy tranquilizador, en determinados momentos, que te digan que sos igual a todos.

Marcos dijo...

¨Igual no es lo mismo que parecido¨, le diría yo a esa mujer.

Morgana dijo...

Ella no fue sincera. Alguna sutil diferencia habría...

Mariana dijo...

Cuando conocés a un hombre o a una mujer, te das cuenta de que es distinto a todos los demás. Lo que pasa es que algunos se impacientan antes de darse la posibilidad de conocer a otro.

Silvina dijo...

El de la foto parece bastante anormal. Está fuera de la media estadística: dentadura completa, buen físico, aspecto saludable, facciones regulares, cabellera completa, etc.

Tiago dijo...

Menos mal que él se alejó.

Sandra39 dijo...

Para mi gusto las personas normales están demasiado adaptadas al sistema. No me agradan.

Gabriela dijo...

A esa mujer no le servía nada. Ninguno de los otros le sirvió. Le pareció que todos eran iguales. Supongo que en realidad lo que sucedió fue que ella no cambió nunca.

Rubén dijo...

Si él se fue feliz, sería porque ella ya lo tenía harto. Y si lo tenía harto era porque ella era igual a todas las demás.

Luis dijo...

El hombre no existe. La mujer no existe. Existe un hombre con una huella digital, y una mujer con una huella digital. Un hombre con un genoma y una mujer con un genoma. Un hombre con sus circunstancias y una mujer con sus circunstancias.