Solo
aprobamos y felicitamos a quienes nos creemos parecidos.
9 comentarios:
Gabriela
dijo...
Es verdad. Hay que tenerlo en cuenta porque se corre el riesgo de perder la capacidad de pensar por uno mismo. Aquellos con quienes tenemos afinidad, igual piensan distinto que uno, eso no habría que perderlo de vista. Por amor o por amistad uno a veces tiende a plegarse al pensamiento del ser querido y pierde su honestidad intelectual.
Intento aprobar al diferente cuando me doy cuenta de que para mis criterios tiene razón. Últimanente me está pasando con personas que adhieren a otros partidos políticos. ¡En buena hora!... pero un poco tarde, igual.
Hay diferencias esenciales, las que surgen de la adopción de distintas escalas de valores, que son difíciles de felicitar. Uno perdería su cohesión interna, su identidad.
Yo también puedo envidiarla. Envidiar su juventud y desparpajo, por ej. Pero creo que hay algo más; ya pasé la adolescencia, como sa habrán dado cuenta.
9 comentarios:
Es verdad. Hay que tenerlo en cuenta porque se corre el riesgo de perder la capacidad de pensar por uno mismo. Aquellos con quienes tenemos afinidad, igual piensan distinto que uno, eso no habría que perderlo de vista. Por amor o por amistad uno a veces tiende a plegarse al pensamiento del ser querido y pierde su honestidad intelectual.
La chica de la foto... sí que se quiere!!!!
Es lamentable que yo no pueda felicitar a esa chica, porque en cuanto a lo de los parecidos... ni en mi mejor momento.
Intento aprobar al diferente cuando me doy cuenta de que para mis criterios tiene razón. Últimanente me está pasando con personas que adhieren a otros partidos políticos.
¡En buena hora!... pero un poco tarde, igual.
Hay diferencias esenciales, las que surgen de la adopción de distintas escalas de valores, que son difíciles de felicitar. Uno perdería su cohesión interna, su identidad.
Viva tú niña bonita de la foto! Pero no alcanza con la belleza de tu cuerpo para que me adhiera a ti.
Lo lamento. No es que no me gustes.
Si el comentario de Roque lo hubiese hecho una mujer, le diría que es una envidiosa.
Yo también puedo envidiarla. Envidiar su juventud y desparpajo, por ej. Pero creo que hay algo más; ya pasé la adolescencia, como sa habrán dado cuenta.
No me creo parecido a nadie. Soy un rara avis diferente a los rara avis de mi grupo.
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