miércoles, 22 de febrero de 2012

Significante Nº 1.120

Para entender el matrimonio basta recordar que un hombre podrá cambiar de esposa pero no de equipo de fútbol.

8 comentarios:

Luis Gregorio dijo...

Los objetos de mayor valor para mí, son (en orden de importancia): los controles remotos, mi PC conectada, el sillón y las zapatillas, el auto, los amigos, una parrillada con un buen vino, y de vez en cuando, una mujer a punto...

Tatiana dijo...

Hay algo seguro, el hombre que tenga por cabeza una pelota, jamás será mi hombre.

Nestor dijo...

Nuestra identidad depende menos de quien elijamos para vivir que de como elijamos vivir.

Morgana dijo...

Para desgraciar el matrimonio, basta con repetir el modelo matrimonial de nuestros padres.

Celeste dijo...

No es mi caso, Morgana. Ya quisiera yo tener un matrimonio como el de mis padres!

Hugo dijo...

El matrimonio no es algo que uno deba entender. A determinada edad todos esperan que uno se case, y ya está, uno se casa.

Ernesto dijo...

El hombre contemporáneo, tal cual lo describe Luis Gregorio, está acostumbrado a ocupar el rol de espectador. Hombres de acción eran los gauchos de antes, que en primer lugar tenían a su caballo, y en segundo lugar el facón.

Raúl dijo...

Es más fácil acompañar en las buenas y en las malas al equipo de fútbol, que a la esposa.