Mi psicoanalista se encarga de negociar entre quien soy y quien quiero ser.
12 comentarios:
el informante
dijo...
-Cuando era enano de Blancanieves, tenía un grupo de compañeros, podía trabajar, vivir en una linda cabaña en el bosque, alimentarme bien... Desde que soy enano de jardín, estoy solo y paso calor en el verano y frío en el invierno. Sólo puedo salir a buscar comida a la madrugada, luchando por trepar a las volquetas. Extraño un baño caliente, la ropa limpia, mi cama mullida. Ahora tengo una vida de estatua. Soy un hombre que pasa las dos terceras partes del día inactivo y sin embargo no descanso. Desearía volver a ser quien era, un minero feliz y de los más trabajadores. Pensar que perdí todo aquello el día que Blancanieves me acosó y terminamos haciéndolo en la cocina. Los demás nunca me perdonaron, habíamos hecho un pacto de honor: Blanquita era pa todos o pa nadie. Y como se trata de una muchacha fina, nos pareció indigno despertar deseos voluptuosos en una tierna princesita. Ya ve. Ahora lo perdí todo, todo! -Hombre, ud no tiene consuelo... Recuerde que me tiene a mí, nobleza obliga. -????
Mi psicoanalista se encarga de negociar entre quien soy y quien quiero ser.
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-Cuando era enano de Blancanieves, tenía un grupo de compañeros, podía trabajar, vivir en una linda cabaña en el bosque, alimentarme bien...
Desde que soy enano de jardín, estoy solo y paso calor en el verano y frío en el invierno. Sólo puedo salir a buscar comida a la madrugada, luchando por trepar a las volquetas. Extraño un baño caliente, la ropa limpia, mi cama mullida. Ahora tengo una vida de estatua. Soy un hombre que pasa las dos terceras partes del día inactivo y sin embargo no descanso. Desearía volver a ser quien era, un minero feliz y de los más trabajadores. Pensar que perdí todo aquello el día que Blancanieves me acosó y terminamos haciéndolo en la cocina. Los demás nunca me perdonaron, habíamos hecho un pacto de honor: Blanquita era pa todos o pa nadie. Y como se trata de una muchacha fina, nos pareció indigno despertar deseos voluptuosos en una tierna princesita. Ya ve. Ahora lo perdí todo, todo!
-Hombre, ud no tiene consuelo...
Recuerde que me tiene a mí, nobleza obliga.
-????
EXCELENTE!!!
Qué raro; esa psicoanalista trabaja con sofá de dos plazas.
Trate de tomar más protagonismo. Así está tirando la plata.
Y si... a nosotros los pacientes lo que nos toca negociar son los honorarios.
Ya me di cuenta por qué los enanos usaban el sombrero en punta: querían parecer más altos.
La vida está plagada de esfuerzos vanos.
Si yo fuera su psicoanalista, lo induciría hacia el camino de la aceptación.
Seguramente algo de lo que ud quiere ser, está incluído en lo que ya es.
Probablemente a ella le cueste manejar la contratransferencia. Tú debes hacerla sentir muy pequeña y vulnerable.
Cuando yo quería convertirme en una reclusa, mi psicoanalista me dejó pagando.
Saber lo que uno quiere, ya es bastante.
Mi psicoanalista se encarga de negociar entre el patrimonio que tengo ahora y el que tendré si no cortó medio pronto el análisis.
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