domingo, 4 de abril de 2010

La desocupación de los que dan ocupación

El cerebro humano produce sentimientos alineados con el instinto de conservación.

Por eso amamos a quienes nos benefician y odiamos a quienes nos perjudican.

No tenemos motivos para dudar de que al resto de los animales les pasa lo mismo, aunque es probable que los sentimientos no les hagan falta a los animales que poseen un instinto muy desarrollado.

Los humanos tenemos que aprender todo desde cero y empezamos a caminar varios meses después de haber nacido. Otros animales se paran minutos después de haber sido paridos y están en condiciones de reproducirse cuando nosotros recién empezamos a hablar.

Quienes dedican su tiempo a monitorear la economía de cada país, están muy atentos a lo que llaman «índice de desocupación».

El porcentaje de ciudadanos que quieren trabajar y no encuentran dónde, genera mucha preocupación en el pueblo, en los propios desocupados y en los gobernantes.

Se convierten en parásitos involuntarios personas que quieren y pueden dejar de serlo.

El índice de desocupación más importante es el de los empresarios, sin embargo, por intereses personales de los políticos, se dramatiza más la desocupación de los empleados.

La razón es que los gobernantes ocupan su lugar gracias al voto popular y por su afán de poder, adulan a esas mayorías que pueden llevarlos o mantenerlos donde más quieren estar.

La desocupación de los empresarios es la más grave porque estos son los que generan las posibilidades de empleo.

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9 comentarios:

Elbio dijo...

Qué significa que el índice de desocupación de los empresarios es el más importante? Está hablando de números o es una valoración suya?

Yolanda dijo...

Es cierto, es más grave la desocupación de los empresarios porque son los que generan el empleo y el desempleo

Aurora dijo...

Que yo sepa, cuando se habla de desempleo no se discrimina entre empleados y empresarios.

Sr. Capanegra dijo...

Mi sueño es tener una gran empresa que le de trabajo a toda la ciudad. Y que esa empresa esté emplazada en una réplica de la Ciudad Gótica. Y tener un hijo que sea un héroe. Y escribir un libro profético sobre esa historia. Y no tener que ensuciarme con tierra para plantar un árbol porque es bien sabido que en Ciudad Gótica no hay árboles.

Gerardo Sabio dijo...

Los únicos parásitos voluntarios son los seres humanos.

un empresario dijo...

En casa dramatizaron mucho mi desempleo.

Rulo dijo...

Yo dedico mi tiempo a monitorear a la vecinita de enfrente que está que se parte.

Marcox dijo...

El índice de desocupación engorda y adelgaza con mucha frecuencia. Por ese motivo es que los anillos se llevan en el anular.

Marcela dijo...

Mi índice nunca está desocupado porque se la pasa presionando al ratón.